ONU: catástrofe amenaza millones de personas

ONU: catástrofe amenaza millones de personas

NACIONES UNIDAS (EFE).- La ONU alertó ayer que 3.000 millones de personas en el mundo están en riesgo de ser víctimas de una catástrofe natural, por lo que urgió a los países a adoptar un plan de prevención para la próxima década.

   El subsecretario general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, dijo que la Conferencia de Reducción de Desastres Naturales, que se celebrará en Kobe (Japón) a partir del 18 de enero, será una buena oportunidad para evaluar medidas preventivas.

   Egeland se refirió al terremoto y posterior «tsunami» (olas gigantes) del pasado 26 de diciembre, que ha afectado a una docena de países de Asia y Africa y ha dejado al menos 157.000 muertos y cerca de 5 millones de damnificados.

   «El »tsunami» nos han mostrado a todos, no sólo los que estaban en las playas del Océano Indico, lo vulnerable que somos», declaró.

   «La cuestión no es si habrá o no un desastre, sino cuándo ocurrirá», agregó.

   Subrayó que 3.000 millones de personas viven en riesgo de ser víctimas de volcanes, huracanes, deslizamientos de tierra, terremotos o maremotos y que cada año 250 millones de personas han visto su vida devastada por estas catástrofes.

   «Claro que la guerra y el terrorismo son grandes problemas, pero los desastres naturales son mucho mayores, si hablamos del número de personas afectadas», puntualizó.

   Mostró su esperanza en que la Conferencia de Kobe los países adopten el plan de acción que propondrá Japón para la próxima década, que será debatido durante la reunión.

   Dicho proyecto incluirá las responsabilidades a seguir y los recursos que deben aportar los Estados miembros y organizaciones internacionales para prevenir los desastres naturales.

   El embajador de Japón ante la ONU y antecesor en el cargo que ahora ocupa Egeland, Kenzo Oshima, dijo que «no existe la suficiente atención pública hacia los desastres» por considerar que es una cuestión demasiado técnica.

   También expresó su descontento de que el informe sobre la reforma de la ONU no se haga mención expresa al desafío que plantean estas calamidades.

   «Los desastres naturales también son una amenaza para la seguridad y al desarrollo», reiteró.

   Explicó que las tres claves para la prevención son la observación, la transmisión de alertas y la educación de la población.

   Puso como ejemplo el maremoto en Papúa Nueva Guinea en 1998, que dejó 2.600 muertos, mientras que dos años después un nuevo seísmo afectó la isla sin pérdidas humanas, gracias a la información que se le dio a la población.

   Afirmó que en el Pacífico existe además un sistema de alerta temprana que espera se extienda a otras zonas del mundo que están a riesgo.

   En la Conferencia de Kobe se prevé la participación de 4.000 delegados, entre ellos dirigentes de 140 países, 130 Organizaciones No Gubernamentales (ONG), 10 responsables de agencias de la ONU y expertos de la comunidad científica.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas