Especialistas en relaciones internacionales consultados por el Periódico Hoy, aseguraron este viernes que las declaraciones del alto comisionado para los derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Volker Turk, buscan desviar la atención sobre las demandas de solución a la Comunidad Internacional de la crisis haitiana y presionar a la República Dominicana para que asuma una respuesta a la crisis.
Recordaron que a pesar de que la crisis en Haití lleva años esperando una respuesta por parte de la Comunidad Internacional, los países miembros de la ONU y la OEA no han querido debatir seriamente el tema mientras esperan que República Dominicana se haga cargo de la situación.
Aseguraron que la solicitud hecha en varias ocasiones al Gobierno dominicano para que detenga las deportaciones e incluso ofrezca asilo a los ciudadanos haitianos busca brindar más tiempo a las potencias extranjeras que sí pueden intervenir de manera directa en la solución de la crisis y así apostar a que el problema sea resuelto antes de ofrecer una solución que los comprometa.
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Insistieron en que una prueba de esto es que aún se espera que la ONU debata seriamente la solicitud de una intervención militar a ese país controlado por las bandas criminales desde la muerte del mandatario Jovenel Moise.
Enfatizaron que tras los resultados de la presencia de la MINUSTAH en la vecina nación la ONU no quiere enfrentar las consecuencias de las acciones de los miembros de esta fuerza especial de estabilización que fue acusada de un sinnúmero de transgresiones a los derechos humanos de los haitianos.
¿Qué dijo Volker Turk?
«Hace una semana pedí que se detuvieran las deportaciones a Haití, dada la crisis humanitaria y de derechos humanos a la que se enfrenta el país. Me preocupa ver que continúan las devoluciones forzadas de haitianos a Haití desde la República Dominicana», dijo.
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Añadió que «La incesante violencia armada y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos en Haití no permiten actualmente el retorno seguro, digno y sostenible de los haitianos a su país de origen. Reitero mi llamamiento a todos los países de la región, incluida la República Dominicana, para que detengan la deportación de haitianos».
Agregó que «También pido a las autoridades de la República Dominicana que redoblen sus esfuerzos para prevenir la xenofobia, la discriminación y las formas conexas de intolerancia basadas en el origen nacional, racial o étnico, o en la condición de inmigrante».
La respuesta de Abinader
De su lado, el presidente de la República, Luis Abinader, visiblemente molesto respondió que “La política migratoria de cada país es potestad de cada Gobierno, por lo tanto esas declaraciones son inaceptables e irresponsables”, dijo el mandatario a periodistas que lo entrevistaron en uno de los pasillos del Palacio Nacional ayer.
“República Dominicana no solamente va a continuar las deportaciones de ciudadanos haitianos, sino que las va a incrementar”, puntualizó el mandatario, al considerar que a los dominicanos no se le puede pedir más, ya que ha sido el país más solidario con Haití en todo el mundo.
El vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, informó que, desde el 1 de agosto hasta el 31 de octubre del presente año, 60,204 ciudadanos haitianos fueron repatriados a su país por la Dirección General de Migración.
Homero reveló que esto se hizo mediante una serie de operativos a nivel nacional y detección en la zona fronteriza, siguiendo la línea establecida por el presidente Luis Abinader de respetar la ley y deportar, repatriar o no permitir la entrada al país a quienes no cumplen con los requisitos establecidos por la ley.
Hasta el momento se desconoce si la República Dominicana volverá a pedir de manera oficial ante la ONU una intervención de la Comunidad Internacional ante la crisis de Haití.