Naciones Unidas   (EFE).- La Asamblea General de la ONU reanudó ayer los debates sobre la polémica reforma y ampliación del Consejo de Seguridad con el objetivo de que este órgano sea más representativo, democrático y adecuado a la realidad mundial actual.

El Grupo de Trabajo para la reforma del Consejo de Seguridad lideró las discusiones, que empezaron hoy en la sede de la ONU, y en las que se abordaron cuestiones como una representación más equitativa, el aumento de numerosos miembros y la mejora de los métodos para la toma de decisiones.

El Consejo está integrado actualmente por cinco miembros permanentes con derecho a veto (EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China) y diez no permanentes con mandatos rotativos de dos años.

El Grupo de Trabajo, que fue creado por la Asamblea General en 1993, ha recibido diversas propuestas por parte de diferentes grupos y países miembros para hacer parte del Consejo de Seguridad de la ONU.

Brasil, India, Alemania y Japón, países que integran el llamado Grupo de los Cuatro (G-4), continúan con sus aspiraciones de entrar a formar parte del Consejo de Seguridad como miembros permanentes, aunque no tendrían derecho a veto.