Naciones Unidas  (EFE).- La  ONU alertó ayer del aumento del desempleo a nivel global, cuyo índice se sitúa en un 22 por ciento y afecta a 195 millones de personas, así como del empeoramiento de las condiciones laborales en el mundo, pese al firme crecimiento de un 3,8 por ciento de la economía mundial.

Esta situación será estudiada en la 45 sesión de la Comisión para el Desarrollo Social de la ONU, que abrirá sus puertas este jueves, y que centrará su debate en la promoción del empleo y un trabajo digno.

“En la sesión -que durará diez días- discutiremos con mayor profundidad las causas y formularemos recomendaciones para los Estados miembros sobre estas cuestiones”, indicó en rueda de prensa Mehdi Danesh-Yazdi, presidente de la Comisión.

Resaltó que hasta hace poco al desempleo no se le prestaba demasiada atención en la ONU, pero que cada vez constituye una prioridad en la agenda internacional.

Durante la sesión, se discutirá también el último informe del secretario general de la ONU, en el que expresa su enorme preocupación por la tendencia hacia un empleo cada vez menos seguro y más degradado.

Según el dossier, en el 2006 y por primera vez, el sector de los servicios superó al agrícola como la mayor fuente de empleo, ya que proporciona el 40 por ciento de los empleos a nivel global, en comparación con el 38,7 por ciento en la agricultura.

Además, ha aumentado el trabajo autónomo o por cuenta propia en los recientes años, y en países como EEUU están trabajando en estas condiciones 18,6 millones de personas en edad laboral.

Otros datos revelan que el trabajo informal fuera de la agricultura, que está mayormente concentrado en el sector servicios, ha aumentado en un 60 y 70 por ciento en los países en desarrollo.

Asimismo, cerca del 84 por ciento de la fuerza laboral mundial se encuentra en los países en desarrollo, y tan sólo la región de Asia y el Pacífico representaban el 60 por ciento del empleo mundial.

El informe advierte que casi la mitad de los desempleados en el mundo son jóvenes, pese a que constituyen sólo el 25 por ciento de la fuerza laboral, así como en algunas áreas el índice de desempleo juvenil es tres veces mayor que el de la población general.

Entre 1995 y 2005, los índices de desempleo entre la población juvenil se incrementó de un 12,1 por ciento a un 13,7 por ciento, y en muchos países los más afectados son los jóvenes que salen de las universidades.

Danesh-Yazdi remarcó la necesidad de estudiar detenidamente cuestiones como la globalización y la movilización laboral, y otros factores que están provocando un deterioro de las condiciones de los empleos.

“Un importante número de personas, pese a que trabajan, todavía viven en condiciones por debajo de la línea de la pobreza, mientras que un porcentaje cada vez mayor de la fuerza laboral está trabajando en condiciones que se caracterizan por la inseguridad, la inestabilidad y la discriminación”, afirmó.

En este sentido, expresó su esperanza que durante la sesión surjan propuestas para abordar también temas tan acuciantes como la edad, las discapacidades físicas y la migración, relacionadas con el empleo.