Nairobi.- Las redes de crimen organizado que comercian con fauna y recursos naturales de forma ilegal mueven hasta 258.000 millones de dólares cada año, un 26 % más que en 2014, según un informe hecho público hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Interpol. El delito medioambiental tiene un valor estimado en la actualidad “de entre 91.000 y 258.000 millones”, frente a una horquilla de entre «70.000 y 213.000 millones” en 2014, informó el PNUMA en un comunicado.
El delito ambiental es la cuarta mayor empresa criminal del mundo tras el tráfico de drogas, la falsificación y el tráfico de personas, pese a lo cual los organismos internacionales solo destinan entre 20 y 30 millones de dólares para luchar contra él, denunció el Programa de la ONU. Redes criminales y grupos rebeldes están aumentando sus beneficios, al tiempo que alimentan conflictos y arrasan ecosistemas, gracias a la ausencia de leyes y la debilidad de las fuerzas de seguridad en los países donde operan.
El informe, hecho público con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra mañana, recomienda reforzar la legislación y las sanciones, incluyendo medidas contra los paraísos fiscales; aumentar los recursos financieros para luchar contra estos criminales; y dar incentivos y medios de vida alternativos para quienes colaboran con los furtivos y traficantes.
En la última década, el crimen medioambiental ha aumentado hasta un 7 % cada año, crecimiento de dos a tres veces superior que el del PIB global. En ese tiempo, más de un cuarto de la población mundial de elefantes ha sido exterminada. El informe revela que los traficantes utilizan el crimen medioambiental para blanquear dinero, como ocurre con la minería ilegal de oro en Colombia. En la República Democrática del Congo (RDC), la explotación ilegal de recursos naturales alcanza los 862 millones de dólares cada año, según la ONU. “El resultado no es solo devastador para el medio ambiente y las economías locales, sino para todos aquellos que se encuentran amenazados por sus actividades.