ONU enfrenta escándalo corrupción

ONU enfrenta escándalo corrupción

NACIONES UNIDAS (EFE).- La ONU afronta lo que podría ser el mayor escándalo de corrupción en su historia en su programa humanitario en Irak, e intenta atajarlo con una investigación que, según los expertos, podría durar dos años.

Para ello, se ha creado una comisión investigadora encabezada por Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal de EEUU.

El propio secretario general, Kofi Annan, fue quien presionó para que se investigara la gestión del programa humanitario «Petróleo por Alimentos», el mayor que ha administrado la ONU y que movió 67.000 millones de dólares.

«Es desafortunado que haya habido tantas alegaciones, y algunas se presentan como si fueran hechos y es por eso que necesitamos una investigación», indicó Annan.

Agregó que «si el Gobierno iraquí hizo contrabando con el petróleo y otro tipo de cosas, no pienso que sea justo poner todo en el mismo saco y culpar a la ONU y al Secretariado».

Por ello, Annan pidió la colaboración del Consejo de Seguridad a través de una resolución que fue aprobada esta semana, porque era el órgano encargado de supervisar los contratos de la venta de crudo y adquisición de productos del programa.

Bajo este programa que se inició en 1996, el régimen de Irak podía vender petróleo para adquirir productos de primera necesidad para la población iraquí, y a la vez aliviar el efecto de las sanciones impuestas a Irak tras la primera guerra del Golfo en 1991.

Según la Oficina de Contabilidad General (GAO, en inglés), el régimen de Sadam Husein obtuvo 10.100 millones de dólares en ingresos ilegales del programa humanitario entre 1997 y 2002.

De esta cantidad, 5.700 millones de dólares fueron en contrabando de petróleo a sus países vecinos y 4.400 millones de dólares en comisiones ilegales en la venta de contratos de crudo.

Asimismo, el diario iraquí «Al-Mada» publicó una lista de 270 personalidades extranjeras que en 1999 habrían recibido supuestamente petróleo como pago por sus favores al régimen de Sadam Husein.

Entre las personas del listado se encuentra Benon Sevan, director del programa y quien, según documentos encontrados en el antiguo Ministerio del Petróleo iraquí, recibió una adjudicación ilegal de 3,5 millones de dólares en crudo.

La cadena de televisión norteamericana ABC emitió esta semana un reportaje sobre Sevan -que siempre ha negado las acusaciones- y otros dos altos cargos más de la ONU, que podrían haber percibido sobornos multimillonarios por parte del anterior gobierno iraquí.

En el programa de televisión apareció como prueba una carta fechada en agosto de 1998 dirigida al entonces ministro del Petróleo, Amer Mohammed Rashid, en la que un alto cargo iraquí hablaba de un acuerdo de compra de petróleo por parte de una compañía radicada en Panamá.

En la misiva figuraba una tabla titulada «Cantidad de petróleo asignada y entregada al Sr. Benon Sevan», con lo que se insinuaba que Sevan ejerció de intermediario del acuerdo valorado en 7,3 millones de barriles.

Sevan ha comentado en círculos privados su extrañeza por la aparición de los documentos y sus dudas sobre su autenticidad, además de lamentar que la gente piense que es un «fugitivo» por haber estado ausente en las últimas semanas.

El secretario general afirmó que Sevan «estará disponible para la investigación y estamos discutiendo la manera de que lo esté», ya que tenía previsto jubilarse dentro de unos meses.

Por su parte, Volcker, como jefe de la comisión investigadora, pidió al Consejo de gobierno iraquí, que es quien ha divulgado toda la información sobre la supuesta corrupción, y a EEUU que colaboren facilitando todos los documentos que tengan disponibles.

En los pasillos de la ONU, se vive el escándalo con escepticismo hasta el punto de que fuentes diplomáticas sospechan de que se trata de una maniobra de EEUU para desacreditarla ante la transferencia de poder en Irak y cuando aún está pendiente la aprobación de una resolución en el Consejo para darle un mayor papel al organismo.

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