ROMA.  AP.  Los altos precios de los alimentos han arrojado a 40 millones de personas a las ya atestadas filas de los hambrientos en el mundo, que ahora suman casi 1,000 millones, dijo una agencia de la ONU ayer. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (conocida por la sigla inglesa FAO) dio la cifra de 963 millones de personas.

  “Esta triste realidad no debe ser aceptable en los comienzos del siglo XXI”, dijo el director general de la FAO; Jacques Diouf, al presentar el informe sobre el estado de inseguridad alimentaria. “No se ha hecho lo suficiente para reducir el hambre ni se hace lo suficiente para impedir que más personas sufran hambre”.  Aunque los precios de los cereales de mayor consumo cayeron en un 50% con respecto s los picos alcanzados este año, siguen siendo más elevados que en años anteriores, sobre todo en mercados locales, dijo la FAO.  Los pequeños agricultores no pudieron aumentar su producción y aprovechar la bonanza de precios por carecer de acceso al agua, semillas, fertilizantes y mercados, añadió el informe.  “Para millones de personas en países en desarrollo, ingerir diariamente la cantidad mínima de alimentos necesaria para llevar una vida activa y sana es un sueño lejano”, dijo Hafez Ghanem, director general adjunto de la organización.