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NACIONES UNIDAS (EFE).- La «Hoja de Ruta» es la única opción «viable y realista» para reanudar el diálogo y las negociaciones entre israelíes y palestinos, subrayó ayer la ONU en respuesta a recientes comentarios de Israel.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, declaró que Israel no sigue la «Hoja de Ruta» y consideró que los asentamientos judíos establecidos en Cisjordania son más estratégicos, por lo que no piensa estudiar su desmantelamiento cuando evacúe la Franja de Gaza.
El subsecretario para Asuntos Políticos de la ONU, Kieran Prendergast, mostró hoy en una reunión en el Consejo de Seguridad para debatir la situación de Oriente Medio, su «máxima preocupación» por las recientes declaraciones de Sharon.
«Dada la actual situación desesperada, la Hoja de Ruta del Cuarteto (formado por la Unión Europea, EEUU, Rusia y la ONU) es el único camino viable y realista para la paz, así como para la reanudación del diálogo y la negociación», subrayó.
Prendergast advirtió a Israel que sus planes de retirarse de la Franja de Gaza deben hacerse de acuerdo con la «Hoja de Ruta», es decir, deben ir acompañados de pasos similares en Cisjordania y ser coordinados con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La «Hoja de Ruta» es el marco que fija el calendario y una serie de fases para resolver el conflicto palestino-israelí, que culminará con la creación de un Estado palestino en el año 2005, que conviva en paz y seguridad junto al de Israel.
El subsecretario de la ONU expresó su horror por el ciclo de violencia en Oriente Medio que ha sesgado la vida de 17 israelíes y 8 palestinos en las últimas semanas, con lo que ya se eleva a 35.400 los palestinos muertos y 6.235 los israelíes desde que empezó la última intifada en septiembre del 2000.
Por ello, instó a Israel a respetar sus obligaciones bajo el derecho internacional de proteger a la población palestina, así como poner fin a los asesinatos extra judiciales, tras recordar que son «ilegales».
Recriminó también al gobierno israelí por restringir el movimiento al personal de las agencias humanitarias de la ONU, aunque indicó que los palestinos son quienes sufren más estas restricciones, con los chequeos en puestos de control y la imposición de toques de queda que dificultan su vida diaria.
Otra preocupación que puso de manifiesto Prendergast es la confiscación por parte de Israel de tierras palestinas en el contexto de sus operaciones militares y de la construcción del llamado «muro de seguridad».
En este sentido, pidió a las autoridades israelíes que acaten la opinión consultiva del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya dictaminada el 9 de julio como se lo exige la resolución adoptada por la Asamblea General el pasado 20 de julio.
También recalcó que los planes de expansión de asentamientos, con la autorización de construir 1.000 viviendas en Cisjordania, están en clara contradicción con la «Hoja de Ruta».
Prendergast también dirigió sus críticas a la ANP por su lentitud e incertidumbre en la implementación de reformas, especialmente en el sector de la seguridad.
Pese a que se alegró de las palabras del presidente palestino, Yaser Arafat, cuando reconoció los errores del pasado y reiteró su compromiso por las reformas, indicó que deben traducirse «en acciones tangibles».
Para Prendergast, la revitalización de la economía palestina es indispensable para conseguir la paz, especialmente si se tiene en cuenta que un 47 por ciento de su población vive en la pobreza y un 34 por ciento está desempleada.
Con respeto a otros países de la región, mostró su decepción por las continuas violaciones aéreas israelíes en la Línea Azul, fronteriza entre Líbano e Israel.
Asimismo, lamentó que Israel y Siria no se vuelvan a sentar en la mesa de negociaciones, pese a la voluntad demostrada por el presidente sirio, Bachar Al Asad.
