El Sistema de las Naciones Unidas en República Dominicana hizo un llamado a aplicar políticas públicas para promover modos de producción y de consumo más sostenibles y sanos en el país.
Las recomendaciones de políticas las hicieron las agencias y programas de las Naciones Unidas, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación 2019, cuyo lema este año es “Una alimentación sana para un mundo hambre cero”.
El desafío mundial para alcanzar el objetivo Hambre Cero para 2030 es muy grande, ya que después de décadas de disminución constante, la tendencia en el hambre mundial, medida por la prevalencia de la subalimentación, se revirtió en 2015.
Desde esta fecha, se ha mantenido prácticamente sin cambios en los últimos tres años, a un nivel ligeramente inferior al 11 por ciento, lo que equivale a que más de 820 millones de personas en el mundo aún no tienen suficiente para comer en 2018.
En América Latina y el Caribe, si bien la incidencia es del 7%, menor que el 11% global, según datos presentados en el informe“El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” (SOFI 2019), es preocupante una pequeña tendencia al alza en los últimos años.
Este informe ha sido elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los y las representantes de las cuatro agencias en República Dominicana, así como el Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en el país, resaltaron los logros nacionales en materia de subalimentación, cuya prevalencia en la población descendió de 24.4% (2004-2006) a 9.5% (2016-2018), según datos presentados en el citado informe.
Otro de los avances que ha registrado el país es la reducción de la desnutrición crónica infantil, que representa en el año 2019 un 7.1% de la población de niños menores de 5 años.
Alertan aumento sobrepeso y obesidad en RD
A pesar de estos notables avances en la reducción de la desnutrición crónica y de la subalimentación, la ONU alerta a las autoridades y a la población de que, en República Dominicana, así como en otros países en América Latina, la obesidad y el sobrepeso tienden al aumento. Según datos del SOFI 2019, la prevalencia de la obesidad alcanza al 26.9% de las personas dominicanas mayores de 18 años.
“Tenemos que reflexionar a nivel global sobre nuestros sistemas alimentarios: necesitamos cambiar hacia una producción más sostenible, con un comercio más justo y un consumo más equilibrado de alimentos”, indicó Carmelo Gallardo, Representante de la FAO.
En este sentido, Gallardo manifestó que la institucionalidad dominicana avanza con pasos firmes al disponer de la ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional y del Plan Nacional de Agricultura Familiar.
Otro de los retos que enfrenta el país en materia de nutrición es aumentar el nivel de lactancia materna exclusiva, cuya tendencia es a la baja. Los datos del SOFI indican un descenso de un 8% (2012) a un 4.6% (2018) en República Dominicana, siendo uno de los porcentajes más bajos en América Latina.
La representante de UNICEF en el país, Rosa Elcarte, subrayó que la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses es el mejor alimento y el más seguro para los bebés, mejora el desarrollo psicomotor del niño y previene enfermedades no solo en la edad infantil sino también en la edad adulta. Las personas que no han sido amamantadas tienen un mayor riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, insistió en que es necesario mejorar la alimentación de los niños menores de 2 años, complementando la lactancia materna con una correcta introducción paulatina de los alimentos sólidos, y promoviendo desde temprana edad alimentos saludables, como frutas, verduras, pescados, etc.
Para mejorar estos niveles de malnutrición, el Sistema de las Naciones Unidas hizo varias recomendaciones enfocadas en mejorar la disponibilidad de alimentos nutritivos y limitar el alto contenido en sal, grasas y azúcares de los alimentos procesados, responsables en gran medida de los altos niveles de obesidad que registra la población.
Asimismo, resaltó la importancia de migrar hacia formas de producción y de consumo de alimentos sostenibles y reforzar la educación nutricional y alimentaria para el cambio en los hábitos alimenticios.
Finalmente exhortó al cumplimiento de la ley existente para regular la comercialización de los sucedáneos de leche materna, que los servicios de atención primaria formen a las familias en la alimentación adecuada de los niños pequeños, y que se diseñen leyes que regulen la producción, comercialización y publicidad de alimentos para niños, niñas y adolescentes.
El coordinador residente del Naciones Unidas, Mauricio Ramírez, reflejó en sus palabras el mensaje del secretario general de la ONU: “La alimentación poco saludable conlleva un enorme riesgo de enfermedad y muerte. Es hora de cambiar la forma en que producimos y consumimos. La transformación de los sistemas alimentarios es crucial para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.