NACIONES UNIDAS (EFE).- Los países ricos deben invertir en educación, medio ambiente y servicios básicos en las naciones en desarrollo si quieren que alcancen los Objetivos del Milenio, entre ellos reducir la pobreza a la mitad en el 2015. Así se desprende del informe presentado oficialmente hoy sobre planes y estrategias de acción para conseguir los Objetivos del Milenio fijados para el 2015 y que será revisados en la próxima Asamblea General de diciembre.
El informe, que ha sido elaborado por un amplio equipo de expertos, encabezado por el prestigioso economista Jeffrey Sachs, también ha contado con la participación de especialistas como el ex presidente de México, Ernesto Zedillo.
Sachs indicó en la rueda de prensa de presentación del dossier que la clave para conseguir los Objetivos del Milenio, que impulsa la ONU, es «invertir en el desarrollo», mediante estrategias claras centradas en áreas concretas.
Subrayó que las naciones desarrolladas deben invertir en las personas, específicamente en la educación, nutrición, salud y planificación familiar de la población de los países desarrollados.
Asimismo, las inversiones deben ir dirigidas en el área del medio ambiente, que se está degradando y que está amenazando la vida y la subsistencia de los más pobres, así como en infraestructura de servicios básicos (electricidad, agua, saneamiento y transportes).
«Con inversiones apropiadas, es posible salvar millones de vidas al año, además de dar oportunidades económicas para los más pobres, declaró.
«La base de los Objetivos del Milenio no es crear una nueva dependencia de los más pobres, sino precisamente escapar de esta dependencia», agregó.
Los ocho objetivos, que todos los gobiernos del mundo adoptaron en la Cumbre del Milenio de 2000, contemplan la eliminación de la extrema pobreza y el hambre, el acceso universal a la educación primaria, la promoción de la igualdad de género, la reducción de la mortalidad infantil y mejorar la salud materna.
Otras metas incluyen combatir el sida y otras enfermedades, garantizar un medio ambiente sostenible y establecer una alianza mundial para el desarrollo.
«Tenemos que conseguir que el sueño de un planeta seguro y prospero para todos sea una realidad», precisó Sachs.
En este sentido, urgió a los países ricos a hacer efectivos sus compromisos de aportar el 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a inversiones para el desarrollo.
Destacó que de los 22 países industrializados, sólo cinco (Suecia, Dinamarca, Holanda, Noruega y Luxemburgo) han cumplido con estas obligaciones, mientras que seis más (Reino Unido, Francia, Bélgica, España, Irlanda y Finlandia) han establecido un calendario para cumplirlas.
Sin embargo, instó a los países restantes, entre ellos EEUU, Japón y Alemania, a que hagan efectivos sus compromisos para asistir al desarrollo de lo que denominó «tsunamis silenciosos» que padecen la Africa subsahariana y otros países del mundo.
Otros dos aspectos que facilitarían la consecución de los Objetivos del Milenio, según Sachs, son la cancelación de la deuda de los países más desfavorecidos y la atracción de inversiones privadas.
En este sentido, manifestó que las naciones que están en el Consejo de Seguridad de la ONU, que quiere mantener «el privilegio del liderazgo» también deben asumir la responsabilidad de liderazgo en el desarrollo.
Por su parte, el ex presidente Zedillo indicó que ha habido notables progresos por parte de algunos países en lograr estas metas y existe una «voluntad política» de asistir al desarrollo como se ha visto en la respuesta mundial al seísmo en el Océano Indico.
«Este informe es un argumento lúcido y firme de que es mucho más barato invertir en el desarrollo de las naciones pobres que en armamento», puntualizó.
Resaltó que está en el «propio interés» de los países industrializados apoyar el desarrollo, por cuestiones de seguridad y porque el crecimiento económico de estas naciones desfavorecidas les permitiría expandir sus mercados.
En el caso de Latinoamérica, admitió que ha avanzado respecto a otras regiones del mundo, pero que aún así «la extrema pobreza no se ha reducido en el último cuarto de siglo».
«Estamos haciéndolo mejor que otros, pero peor comparado con la tendencia histórica de la región», puntualizó. EFE