México (EFE).- México se afianzó como abastecedor de metanfetaminas, marihuana y cocaína de Estados Unidos, señala un estudio elaborado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU y que fue presentado ayer en varios países.

En el caso de la droga sintética el aumento de producción se debió a la mayor presión en EEUU contra los laboratorios clandestinos, que proliferan en México.

«La producción a gran escala de metanfetamina en México, especialmente en la zona occidental y noroccidental, asegura ahora el suministro continuo de los mercados estadounidenses, como confirma la incautación creciente registrada en la frontera entre ambas naciones», dice el documento.

La menor producción de esta sustancia en EEUU, donde se pasó de 10.200 laboratorios clandestinos allanados en 2003 a 5.300 en 2005, se ve contrarrestada por un «notable aumento» de la producción a gran escala en México, detalla el informe.

En cuanto a la marihuana, de la que este país es el mayor productor regional, el informe señala que «las organizaciones de narcotraficantes mexicanos han aumentado el volumen y la complejidad de sus operaciones de cultivo de cannabis en tierras públicas y privadas dentro de los Estados Unidos».

El texto también indica que «se emplean nuevas técnicas en zonas bien protegidas con miras a lograr cultivos al aire libre que rindan cosechas más abundantes y de mayor potencia». México produjo más de diez mil toneladas de marihuana en 2005, la droga más consumida en América del Norte, frente a las casi 4.500 de Estados Unidos, lo que lo convierte en el mayor abastecedor de la región.

Varios especialistas de la ONU y del Gobierno mexicano explicaron en rueda de prensa diversos aspectos del informe.

«El éxito relativo de la justicia mexicana en su lucha contra las bandas de traficantes de marihuana ha hecho que estos grupos se muevan a metanfetaminas o drogas de diseño», dijo el representante de la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris), Eduardo Jaramillo, adscrita al ministerio de Salud.

Por su parte, el representante regional para Mexico y Centroamérica de la Oficina de la ONU contra la Droga, José Manuel Martínez, explicó que el mayor control de la ruta sur-norte en el continente ha inundado de cocaína el mercado mexicano, que hasta 2001 era poco consumida en el país.

«México sigue siendo el principal país de reexpedición de cocaína que ingresa en EEUU. En México el consumo de cocaína va en aumento», apunta el informe del JIFE.

Además, hace hincapié en un creciente abuso de drogas médicas, como los analgésicos o tranquilizantes, que en algunos países sobrepasa el de las drogas ilícitas tradicionales.

En el país «se ha observado un aumento en el consumo de estos medicamentos sin prescripción médica del 23 por ciento en los hombres y del 50 en las mujeres», explicó Maria Elena Medina, del Instituto Nacional de Psiquiatría (INP).

Las ciudades donde más se abusa de este tipo de medicinas son Tijuana (Baja California norte) y Ciudad de México.

Sin embargo, la doctora añadió que la demanda de estas sustancias es aún muy inferior a las drogas ilícitas México que son, por orden de consumo, la marihuana, cocaína, opiáceos, tranquilizantes, estimulantes y, por último, alucinógenos y heroína.

El informe de la ONU destaca también que «la corrupción sigue siendo un problema grave en México», y si bien reconoce los esfuerzos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) para erradicarla, pide a las autoridades mexicanas medidas más decididas contra ella.