Los asesinatos, violaciones y secuestros se han convertido en zonas de Haití en algo prácticamente continuo
Con la crisis en Haití agravándose a pasos agigantados, el Consejo de Seguridad de la ONU coincidió este miércoles en la necesidad de apoyar al país de forma inmediata, pero no dio señales de poder desbloquear por ahora el envío de una fuerza internacional para combatir a las bandas armadas que aterrorizan a la población.
Según Naciones Unidas, la situación es cada vez más acuciante, sobre todo tras el fuerte repunte de la violencia registrado recientemente que, por ejemplo, dejó 70 muertos en solo unos días, entre el 14 y el 19 de abril, en los enfrentamientos entre pandillas rivales en Cité Soleil, el mayor barrio de chabolas de Puerto Príncipe.
“La violencia de las bandas se está expandiendo a un ritmo alarmante en áreas previamente consideradas relativamente seguras de Puerto Príncipe y fuera de la capital”, dijo al Consejo de Seguridad la nueva enviada de la ONU para el país, la ecuatoriana María Isabel Salvador.
Los asesinatos, violaciones y secuestros se han convertido en zonas de Haití en algo prácticamente continuo, y los crímenes violentos se han multiplicado por dos en el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2022. Según Salvador, ante la incapacidad de las autoridades algunos civiles “han empezado a intentar resolver los asuntos por sus propias manos”, como muestra el reciente linchamiento de más de una docena de presuntos miembros de una pandilla.
“Estas dinámicas llevan inevitablemente a la ruptura del tejido social con consecuencias impredecibles para toda la región”, advirtió.