El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este lunes a los Gobiernos que establezcan un impuesto para los ricos que se han beneficiado económicamente durante la pandemia con el fin de reducir las desigualdades.
«Los últimos informes indican que ha habido un aumento de 5 billones de dólares en la riqueza de los más ricos del mundo en el pasado año», señaló Guterres en un discurso durante la apertura de un foro sobre financiación del desarrollo.
En él, el jefe de Naciones Unidas urgió a los Gobiernos a «considerar un impuesto de solidaridad o sobre la riqueza para aquellos que se han beneficiado durante la pandemia, para reducir las desigualdades extremas».
Guterres, además, reiteró la importancia de que haya más medidas para dar respuesta a las crisis de deuda, ofreciendo a los países que lo necesitan suspensiones, alivio o liquidez.
En ese sentido, dio la bienvenida al apoyo del G20 a extender hasta el final de este año la moratoria de los pagos de la deuda para los países más pobres del mundo, pero urgió a ampliarla a 2022.
Además, volvió a pedir que ese tipo de medidas se amplíen a los países de ingresos medios, una reclamación que Naciones Unidas hace desde hace meses.
Según el jefe de la ONU, es necesario también ir más allá de estas acciones de alivio inmediato y reformar toda la arquitectura de deuda internacional para acabar con «los mortales ciclos» de deuda, crisis y «décadas perdidas”.
«Incluso en 2019, antes de la pandemia, 25 países gastaban más en pagos de deuda que en educación, sanidad y protección social juntas», subrayó, asegurando que ahora hay muchos gobiernos que se enfrentan a la “decisión imposible” entre cumplir con esos compromisos y salvar vidas.
Ante la crisis generada por la covid-19, Guterres insistió en la importancia de una mayor solidaridad entre países y de «invertir en las personas».
«Necesitamos un nuevo contrato social, basado en la solidaridad, e inversiones en educación, trabajos decentes y verdes, protección social y sistemas sanitarios. Esta es la base para un desarrollo sostenible e inclusivo», defendió.
Guterres aprovechó además para volver a pedir más solidaridad en la vacunación contra la covid-19 y para denunciar que el mundo está fracasando en este ámbito.
«Solo diez países en todo el mundo suponen alrededor del 75 por ciento de las vacunaciones globales. Muchos países todavía no han empezado a vacunar a sus sanitarios y a los ciudadanos más vulnerables», señaló, recordando que mientras el virus circule por el mundo seguirá siendo una amenaza para todas las naciones.