La Oficina de las Naciones Unidas en Haití expresó este miércoles su preocupación por el impacto negativo de la situación de inseguridad y precaria salud para la continuidad de la educación en el país.
«La situación de seguridad del año pasado, combinada con la situación sanitaria (COVID-19) de los últimos meses, ha repercutido negativamente en el sector de la educación y la capacitación», dijo Naciones Unidas.
En 2019, Haití atravesó al menos tres meses de bloqueos de calles y barriadas, manifestaciones violentas y actos de saqueo, particularmente en la región de Puerto Príncipe.
Durante este tiempo, las escuelas se vieron obligadas a cerrar sus puertas.
Como parte de la reapertura de las clases el 10 de agosto de 2020, el Gobierno desarrolló un protocolo de salud para las escuelas durante la pandemia.
Inicialmente el protocolo fue respetado por las escuelas, pero en los últimos días muy pocas de ellas están observando las medidas de distanciamiento.
Posteriormente, las autoridades planificaron unos 50 días de clases para el cierre del año escolar 2019-2020. Desde hace unas dos semanas, las actividades escolares se han visto interrumpidas por manifestaciones de agentes de Policía en las calles de la capital.
«Las Naciones Unidas hacen un llamamiento a todos los actores para que asuman la responsabilidad de garantizar la continuidad de la educación para todos», aseguró la ONU.
Durante varias manifestaciones de estudiantes de instituciones públicas que pedían que los profesores volvieran a las aulas, los estudiantes lanzaron piedras a las escuelas privadas y quemaron neumáticos.
«La reapertura de las instituciones educativas debe ser una prioridad para todos, en un contexto pacífico y no violento, a fin de garantizar el derecho a una educación de calidad para todos en Haití», agregó el comunicado.
Aunque varias escuelas han comenzado el año escolar 2020-2021, un buen número de planteles ni siquiera han terminado con el año escolar anterior.
Esta situación es un ejemplo más de una educación de doble velocidad en el mismo país que ha estado plagada de crisis sociopolíticas y económicas en los últimos tres decenios.
El reporte de este miércoles de las autoridades sanitarias sobre el coronavirus determinó que el país registra 8.541 casos y 220 muertes.