Ginebra.– La ONU calcula que unos 274 millones de personas, un 17 % más que en 2021, necesitarán ayuda humanitaria en 2022 a causa de conflictos y crisis en lugares como Etiopía, Siria, Afganistán, Venezuela o Centroamérica, pero también por los efectos de la pandemia y del cambio climático.
Tras dos años difíciles, marcados por la COVID pero en los que también han surgido nuevos conflictos mientras otros de larga duración persisten, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha decidido aumentar también un 17 % su petición de ayuda para 2022, hasta un presupuesto récord de 41.000 millones de dólares.
“Mi objetivo es que este llamamiento mundial pueda contribuir a darle esperanza a millones de personas que lo necesitan desesperadamente”, destacó al presentar el plan anual de asistencia el jefe de coordinación humanitaria de Naciones Unidas, Martin Griffiths.
EMERGENCIAS HUMANITARIAS MEDIOAMBIENTALES
Con este plan de asistencia presentado hoy se espera ayudar a 183 de los 274 millones de personas vulnerables ante desafíos como la violencia pero también por los problemas medioambientales desencadenados por el calentamiento global, que según la ONU afectaron a unos 16 millones de personas en 2020.
Las catástrofes naturales relacionadas con el clima cada vez son más frecuentes y variables y la ONU estima que hasta 216 millones de personas podrían tener que desplazarse dentro de sus propios países en 2050 debido a este motivo.
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Muchos de los 63 países a los que se dirige el plan de la ONU han visto agravada su situación por la pandemia de COVID-19, que según datos de la agencia de coordinación humanitaria han perdido 1,8 millones de vidas a consecuencia de esta enfermedad y sólo han recibido un 4 % de las vacunas administradas en el planeta.
De los 41.000 millones de dólares solicitados, la mayor partida se dirigiría a Siria y los países vecinos que acogen refugiados de esa nación en conflicto (9.800 millones), mientras que más de 5.000 millones se destinarían a Afganistán, casi 4.000 millones a Yemen y 2.800 millones a Etiopía.
En Afganistán, el único país donde este año llegó toda la asistencia humanitaria que había solicitado la agencia de la ONU, la petición de asistencia se triplicará para 2022, debido al colapso económico del país, la sequía y a la erosión de servicios básicos tales como la salud o la educación.
VENEZUELA Y CENTROAMÉRICA TAMBIÉN EN EL FOCO
Para Latinoamérica la ONU pide 2.500 millones de dólares con el fin de asistir a los venezolanos tanto en su país como emigrados a otras naciones vecinas, 200 millones para Colombia, 114 millones para El Salvador, 153 millones para Guatemala, 373 millones para Haití y 143 millones para Honduras.
Naciones Unidas pide a la comunidad internacional un especial esfuerzo para responder a estas peticiones de ayuda, después de que en 2021 las donaciones hayan cubierto por ahora sólo un 46 % de la ayuda humanitaria solicitada hace un año por la misma agencia.
De los 37.700 millones de dólares solicitados para 2021 sólo se han materializado 17.200 millones, y en países como Zimbabue, Pakistán, Haití, Colombia o Chad llegó menos de un tercio de la ayuda requerida para los programas de asistencia de la ONU.
Griffith resaltó que la hambruna “sigue siendo una perspectiva aterradora para 45 millones de personas en 43 países” y destacó que en la mayoría de las crisis “las mujeres y las niñas son las que más sufren, ya que se acentúan las desigualdades de género”.