En la República Dominicana apenas el 52.9% de las mujeres forman parte de la población económicamente activa, frente al 77.9% de los hombres. Esto ocurre a pesar de la creciente incorporación de las mujeres en el mercado laboral, y de que la cantidad de hombres y mujeres en edad de trabajar es similar.
A nivel global, el mundo del trabajo cambia de un modo que impacta de manera significativa a las mujeres. Mientras los avances tecnológicos y la globalización brindan nuevas oportunidades, el aumento de la informalidad laboral, las crisis humanitarias y la desigualdad de los ingresos presentan nuevos retos.
En el país, ha habido algunos avances para afrontar estos retos y lograr la igualdad de género en el mercado laboral. Entre ellos, las medidas de equidad de género establecidas en las leyes de compras y contrataciones del Estado, que favorecen pequeñas y medianas empresas encabezadas por mujeres, el reconocimiento del trabajo doméstico remunerado por la Constitución dominicana, la entrada en vigencia de los Convenios 189 sobre trabajo doméstico y el Convenio 183 sobre protección a la maternidad, ambos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Estos convenios protegen los derechos de las mujeres y buscan mejorar sus condiciones laborales aún en sectores informales.
Igualmente, servicios como la tanda extendida de educación y los servicios de atención a la primera infancia permiten a las mujeres, mayoritariamente responsables del cuidado de los niños y niñas en el hogar, tener más tiempo para acceder al empleo.
A pesar de estos y otros avances, todavía existen retos y desafíos. Uno de ellos es el escaso reconocimiento del trabajo de cuidados no remunerado, que incluye el cuidado de familiares, enfermos, la cocina, la limpieza y otras actividades tradicionalmente desempeñadas por las mujeres. Estas tareas no son remuneradas ni contabilizadas en el producto interior bruto (PIB), aun cuando son esenciales para una economía sostenible. En los hogares, estas responsabilidades habitualmente recaen también en las niñas, lo que perpetúa condiciones de pobreza y vulnerabilidad.
Para avanzar hacia un acceso al mundo del trabajo igualitario para hombres y mujeres, es de vital importancia abogar por la distribución igualitaria de responsabilidades en los cuidados mencionados, así como en la responsabilidad del Estado de proveer servicios públicos que apoyen esta labor.
Naciones Unidas hace un llamado a los hombres del país a asumir sus responsabilidades en el trabajo de cuidados no remunerado de manera igualitaria con las mujeres, y a las familias a crear consciencia en el hogar sobre la importancia de la distribución igualitaria de las tareas de la casa desde temprana edad.
En este día, en el que la sociedad civil a nivel global organiza un paro con la intención de que se reconozca el impacto de las mujeres sobre la economía y la sociedad, Naciones Unidas hace un llamado al Estado dominicano para fortalecer las políticas públicas que promuevan la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, con especial énfasis en la incorporación al mundo laboral de las mujeres, y el aumento de los servicios públicos de cuidado.
Para Naciones Unidas, lograr la igualdad de género es una prioridad. Así lo establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 de la Agenda 2030, que busca “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. Lograr la igualdad es indispensable para el desarrollo sostenible, garantizar los derechos de las mujeres en condiciones de igualdad y sin discriminación en el trabajo, y en todos los ámbitos, es un paso innegociable hacia ello.