Hoy 
NACIONES UNIDAS (EFE).- La ONU pidió ayer a la comunidad internacional que se involucre de una forma sostenida y a largo plazo en Haití, para resolver la inestabilidad política en el país más pobres de Latinoamérica que perdura desde 1986.
Así lo manifestó el secretario general adjunto para Asuntos Políticos de la ONU, Kieran Prendergast, en su intervención ante el Consejo de Seguridad para tratar el tema de la crisis haitiana.
«En tiempos recientes, la comunidad internacional sólo se ha involucrado en Haití de una manera episódica, prestando sólo atención cuando el ciclo de violencia e inestabilidad se vuelve más intenso», destacó.
Prendergast señaló que el país no solo sufre de un mal gobierno y de instituciones incapacitadas, sino de una pobreza extrema y de falta de desarrollo que han hecho que la inestabilidad sea persistente y que se produzcan brotes de violencia intermitentes desde 1986.
«Haití necesita de un conjunto de políticas, que tengan una amplia base, diseñadas por la comunidad internacional, que puedan ser aplicadas a largo plazo y no sólo durante los tiempos de crisis», subrayó.
Tras la reunión de hoy, que ha sido de carácter consultivo, el Consejo de Seguridad acordó convocar una sesión abierta de emergencia para mañana, jueves, a las 15.00 hora local (20.00 GMT) para debatir una mayor participación de la ONU en la resolución del conflicto.
En la reunión, que ha sido pedida por Jamaica, como integrante de la Comunidad del Caribe (Caricom) y en ella asistirá el ministro de Asuntos Exteriores jamaicano, Keith Knight.
Por su parte, el portavoz de la ONU, Fred Eckhard, manifestó que el secretario general, Kofi Annan, podría anunciar mañana el nombramiento de un enviado especial de la organización para ayudar y mediar en la crisis haitiana.
Eckhard expresó el alto grado de preocupación en la ONU de que los enfrentamientos se extiendan a la capital, Puerto Príncipe, y reafirmó el apoyo del secretario general al papel político realizado por los representantes de Caricom y la Organización de Estados Americanos (OEA).
«La ONU no tiene ningún mandato político en Haití y hasta el momento nuestras tareas son en materia humanitaria», recordó Eckhard, quien dijo que el posible envío de una fuerza pacificadora es una decisión que debe tomar el Consejo de Seguridad.
Por su parte, el Consejo de Seguridad, en la reunión de hoy, no trató el tema de aprobar una resolución para el envío de una misión de paz, como ha pedido el presidente haitiano, Jean-Bertrand Aristide, y como exigen países como Francia.
Tras la reunión de hoy, el Consejo emitió sólo una declaración de prensa en la que lamenta la decisión de la oposición de no aceptar el plan de acción elaborado por Caricom y la OEA
El embajador de China, Wang Guangya, como presidente de turno del órgano de decisión de la ONU, instó a las partes a que acepten el plan de acción, diciendo que «las provisiones que ofrecen son la mejor oportunidad para restaurar la confianza y el diálogo».
Pidió a los haitianos «resolver sus diferencias de forma pacífica, democrática y constitucional», y a la comunidad internacional «responder a la grave situación humanitaria».
Asimismo, reclamó a las partes en conflicto que faciliten el acceso a la población haitiana de alimentos y medicinas, así como la libertad de movimientos del personal de la ONU.
Los miembros del Consejo instaron a Aristide y a los rebeldes armados a respetar los derechos humanos y evitar el uso de la violencia para avanzar en sus objetivos políticos.
El embajador de EEUU ante la ONU, John Negroponte, repitió las palabras de su presidente, George W. Bush, en las que dijo que era necesario que «las partes lleguen a un acuerdo político» antes de que la comunidad internacional se involucre y su país envíe una fuerza de seguridad al país caribeño.
«Seguimos apoyando los esfuerzos de la Caricom y la OEA para buscar una solución pacífica y en esto deberíamos continuar centrándonos», concluyó Negroponte.
