Estambul. EFE. La cuarta Conferencia de la ONU sobre los Países Menos Desarrollados (LDC, en sus siglas en inglés) fue inaugurada ayer en Estambul con una petición urgente a ayudar a los estados más pobres, enfrentados a una doble crisis económica y humanitaria.
Estamos en un momento difícil de la crisis global. A pesar de que la crisis se haya originado en los países desarrollados, los LDC son los más afectados porque los desarrollados tienen instrumentos para salir de la crisis y no así aquellos, explicó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en rueda de prensa.
Por ello, pidió a los líderes de G20 (las economías más desarrolladas y las naciones emergentes) que no se olviden de los países pobres».
Invertir en los LDC no es caridad, es una oportunidad para todos. Podemos aliviar a mucha gente que sufre pobreza y enfermedades. Es una responsabilidad de los líderes mundiales. Además, de esta forma, podemos contribuir a la recuperación económica global, añadió Ban.