Naciones Unidas (EFE).- La ONU apeló hoy a la comunidad internacional a iniciar de inmediato un esfuerzo concertado y coherente para reconstruir Haití, ante el temor de que la población haitiana empiece a perder la confianza en el gobierno.

El llamamiento lo realizó el representante especial adjunto de la ONU en Haití, Joen Bortroue, quien alertó de la posibilidad de retroceder todo el camino avanzado, tras la instalación de un gobierno elegido democráticamente, presidido por René Preval.

Bortroue subrayó que la población necesita ver un cambio y mejora de sus condiciones después de que la policía nacional, con la ayuda de la Misión para la Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH) limpiara y desmantelara las bandas armadas en los barrios marginados de la capital, Puerto Príncipe.

“Las acciones de pacificación van por buen camino. Pero si no hacemos algo para la población en las áreas en donde se han desmantelado las bandas, pueden perder su confianza con el gobierno y con la comunidad internacional en su conjunto”, advirtió.

Recordó que los haitianos han experimentado décadas de sufrimiento y que hasta el momento los acuerdos de cooperación eran básicamente bilaterales, que no han obtenido resultados.

“Debemos actuar conjuntamente y ofrecer un apoyo coherente a Haití (…) Ello requiere una inyección en efectivo en los barrios marginales. No veo cómo la población puede salir de la pobreza, sin este apoyo financiero. Realmente, debemos ser más activos y agresivos”, anotó.

Las acciones, según afirmó, deben ser a corto plazo, con planes específicos laborales y de reconstrucción de escuelas e infraestructuras, pero también a largo plazo, lo que incluye asistencia en la reforma del cuerpo de la policía nacional haitiana y del sistema judicial.

“La ayuda exterior debe ir dirigida a las prioridades que la comunidad internacional en su conjunto se ha impuesto. Debemos trabajar juntos para potenciar al máximo el impacto”, declaró.

Recordó los esfuerzos llevados por la MINUSTAH en Cité Soleil,uno de los barrios más violentos y pobres de la capital haitiana, en donde en las últimas semanas no se ha registrado ningún acto de violencia.

Los soldados del contingente brasileño de la misión de paz iniciaron su campaña de entrega de alimentos y agua potable e instalaron una clínica móvil en una cancha de baloncesto, después de las sucesivas operaciones para limpiar el barrio de bandas armadas.