ONU ve volátil caso Haití; aumentan crímenes

ONU ve volátil caso Haití; aumentan crímenes

NACIONES UNIDAS (EFE).- La situación en Haití es todavía volátil con un aumento de la criminalidad y el rechazo de los grupos armados a deponer las armas, según un informe divulgado ayer por la ONU.

El último informe sobre de Haití de la Oficina de Coordinación de Asistencia Humanitaria (OCHA) de las ONU revela que la Fuerza Interina Multinacional (MIF) es demasiado reducida para mejorar las condiciones de seguridad en el país.

La MIF está compuesta por 3.700 soldados franceses y estadounidenses, comparado con los 20.000 efectivos que EEUU desplegó en 1994 cuando ayudó a devolver al poder al depuesto presidente Jean-Bertrand Aristide.

El Consejo de Seguridad aprobó una resolución que prevé el envío en mayo de una misión de la ONU en Haití (MINUSTAH), que estará formada por 6.700 soldados y 1.620 policías.

El informe también muestra que el índice de criminalidad ha aumentado de forma considerable, con el robo de materiales y productos básicos, así como con los continuos sabotajes a las infraestructuras del país.

La OCHA también denuncia el incremento de las bandas criminales, que actúan en 31 zonas de la ex colonia francesa, y en donde reclutan niños para realizar actos violentos y otras fechorías.

El cuerpo policial haitiano, compuesto por 2.300 efectivos, no dispone del personal suficiente y su presencia es inexistente en la mayoría de localidades del departamento noroeste del país, según la agencia de la ONU.

Dadas estas condiciones, los toques de queda siguen aplicándose en la capital, Puerto Príncipe, y en la parte central y norte del país desde la medianoche hasta las cinco de la madrugada.

Por otro lado, los grupos armados y milicias con los que la MIF se han puesto en contacto se niegan a deponer las armas hasta que no reciban compensación o reconocimiento oficial.

Un informe elaborado por la Organización de Estados Americanos (OEA) muestra que existen 25.000 haitianos que poseen armas y que no se han acogido a los programas de desarme, desmovilización y reintegración.

A nivel político, el primer ministro de Haití, Gerard Latortue, declaró públicamente su voluntad de incluir en el Consejo electoral provisional miembros del partido Lavalas de Aristide, pero hasta el momento todavía no se ha llegado a un acuerdo.

La OCHA advierte que la falta de seguridad y la inestabilidad reinante en Haití impide el acceso a productos básicos por parte de la población, y limita el abastecimiento de agua, que se ha reducido en un 75 por ciento desde la última crisis.

Según la evaluación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se requieren aproximadamente 2,5 millones de dólares para adquirir combustible para operar los generadores, así como rehabilitar los centros hidráulicos.

Otra de las preocupaciones que expresa OCHA en su estudio es el efecto de la epidemia del VIH-Sida que afecta a 380.000 haitianos y sus familias, que tienen problemas para acceder a servicios médicos.

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