Una comisión técnica del ministerio de Obras Públicas, que inspeccionó ayer el edificio de la facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) determinó que la estructura puede seguir siendo utilizada para labores de docencia, ya que los daños que presenta “no son de gravedad”.

El equipo, que presidió el asesor de Obras Públicas, ingeniero Ernesto Musa y la viceministra, Ingeniera Carmen Leyda Mora, recorrió las instalaciones para verificar el grado de vulnerabilidad de la obra, junto a varios técnicos de la cartera; el decano de la facultad, Rafael Morla y una comisión de maestros y autoridades.

Al terminar la inspección, el Ingeniero Musa afirmó que el edificio puede seguir funcionando, a pesar de que observó precariedades de mantenimiento “críticas” en todo el edificio.  Musa manifestó que al menos 70% de las grietas diseminadas en los tres niveles de Humanidades, provienen del suelo, lo que dijo requerirá de algún tipo de intervención.

Con sus afirmaciones, los expertos de Obras Públicas desmienten un estudio que fue entregado el año pasado y reseñado el sábado por este diario, en que otros dos expertos recomiendan clausurar el edificio, tras considerar que se constituye en un “peligro público”.

Además del recorrido inicial,  Obras Públicas entregará un informe técnico sobre el  edificio que sería presentado en los próximos días.

El pabellón principal de la facultad fue construido en la época de Trujillo, en tanto que el módulo trasero fue erigido en 1979. La facultad tiene inscritos a más de 60 mil estudiantes y el edificio además presta sus aulas para  otras facultades.

El terreno.  Casi al finalizar el recorrido, los expertos se detuvieron en el primer nivel a observar las ondulaciones de las ventanas, por el ceder del terreno.

Evidentemente sorprendidos, informaron que   realizarán estudios de suelo y de resonancia para determinar la gravedad de las cavernas del suelo, por su cercanía con  el mar, así como un estudio de propagación de ondas sísmicas.

¿Después qué?

Aunque la Comisión de Obras Públicas se comprometió a ejecutar los estudios técnicos del edificio, poco tenían que opinar en torno a la inversión en acciones reparatorias que podrían ser necesarias tras los levantamientos.  “No se ha determinado quien se encargaría de eso”, se limitaron a declarar.