Ópalo, muchachos que vencen la pobreza con admirable talento musical

Ópalo, muchachos que vencen la pobreza con admirable talento musical

POR FERNANDO QUIROZ
En Haina, en el corazón de la pobreza, que en ocasiones los obligó a morder el hambre, cuatro jóvenes que lavaron carros para ganar el sustento, cobradores en guagua, dependientes de colmado y obreros de zona franca, hoy son Ópalo. 

Edward Jiménez, Alexander Rijo, Jeudy Ocumares y Ricky Valdez triunfan en varios países con su estilo de música fusionada, canciones bien logradas e interpretadas de manera armoniosa.

Cuando sus amigos estaban en las discotecas, estos muchachos se alternaban en sus casitas de madera para ensayar hasta por seis horas consecutivas.

Sin complejos de triunfo, humildes, los muchachos de Ópalo participaron en el conversatorio La Esquina Joven de HOY, para testimoniar, además de sus éxitos, las dificultades que han afrontado.

Esos quehaceres que desempeñaron, junto a la formación cristiana que han recibido de sus padres, les han enseñado, expresó Edward, a valorar el trabajo, a que no importa a lo que se dediquen, siempre que lo hagan con dignidad.

Ricky, Jeuri y Alex, exhortaron a los jóvenes a sentirse orgulloso de lo que hacen. «Siempre humildes», coincidieron. Debutaron hace diez meses en el anfiteatro de Altos de Chavón en un concierto del Grupo Negros, tomados de la mano de Cholo Brenes.

Desean servir de modelo a la juventud pobre del país, para que  entienda  que trabajando, con sacrificio, convencidos de sus sueños, se logran las cosas.

Con gracia, talento y jovialidad, sin perder el corte romántico, le cantan a sus casitas de madera, a la falta de agua, de energía eléctrica, al borracho que habla mucho, a las bocinas de imprudentes conductores y hasta a las heridas que dejan un amor.

Su producción, que lleva el mismo nombre del grupo, recoge once temas, seis de ellos escritos por ellos. Las canciones Cuerpo Enojado y No me acostumbro suenan insistentemente en emisoras de Miami, en Puerto Rico, Aruba, Panamá, Paraguay, España. 

Realizaron presentaciones en Boston, Lawrance y otras ciudades de Estados Unidos. Este fin de semana viajarán a todos los países de Centro América, donde demandan su presencia.

Uno de sus dos videos musicales está incluido en la programación del canal de música hispana HTV y la entrevista En la Mira, grabada en el país, con detalles de su producción musical, es difundida dos veces al día por la prestigiosa planta televisora.

Haber actuado en el festival de la Calle 8, en Miami, es para ellos uno de sus mayores logros.

En los Estados Unidos han participado en eventos juntos a MDO, Tat Joe, Pit Bull, Ivy Queens, Amauris Gutiérrez, Alih Jey, entre otros.

Su éxito No me acostumbro estuvo por varias semanas en emisoras de Paraguay. Actualmente ocupa la segunda posición, luego que Tortura, de Alejandro Sanz y Shakira, ascendieran al primer puesto.

En la estación de radio Caracol, de Miami, los jóvenes talentos dominicanos se disputan lugares de popularidad con artistas como Juanes, Julieta Venegas, Cristian Castro y David Bisbal, Quinta Estación y Chayanne.

Atribuyen el éxito a la combinación de estrategias y trabajo del manejador Cholo Brenes y la compañía disquera Mock and Roll.

Les alegra saber que su música es colocada en la programación de vuelos de American Airlines, segundos dominicanos que lo logran después de Juan Luis Guerra.

Otros autores de sus canciones son Camila Polanco, de Cuerpo Enojado, y Wason Brazobán, líder del grupo Negros, de No me Acostumbro.

Otros temas son Casa de madera, La guagua, Cómo viviré, Deseo, Amores locos. Entre estos hay de la autoría de los integrantes del grupo.

Ponen a Dios en primer lugar en todas sus actuaciones, y creen que su éxito radica en la fe y la perseverancia que ponen en todo lo que hacen.

Recientemente el grupo fue invitado a contar sus experiencias al Consejo Nacional para la Niñez (CONANI).

Participaron como público en La Esquina jóvenes estudiantes de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCNN), Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA, recinto Santo Domingo), Apec, Organización y Método (O&M), y Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Los integrantes de Ópalo cantaron a la concurrencia, acompañados de guitarra. Igualmente, mantuvieron la atención, del auditorio con sus testimonios. Hubo risas, aplausos y la algarabía de las muchachas.

El diccionario define a ópalo como un mineraloide del grupo del cuarzo que se caracteriza por su brillo y astillabilidad. Puede ser translúcido y presentar varios colores, sirve de materia prima en la industria de la piedra tallada.

CASAS A MAMA

Aunque tienen muchas metas en el mundo de la música, los cuatro integrantes de Ópalo tienen una meta en común: poder construirle una casa cómoda a sus respectivas madres. Agradecen a sus progenitoras sus esfuerzos de crianza y ahora quieren devolverle, con ciertas comodidades, el esfuerzo.

No descansarán, señalan, hasta lograr que Alex pueda hacerle su casa a Gertrides Ripoll; Jeuri a Marely Cristopher; Ricky a Olga Valdez y Edward a Juana Florentino.

Ahora es cuando recuerdan que en barrios pobres, como los suyos, permanece la tentación de la delincuencia y los malos amigos que quieren influir en ellos, y sólo la mano fuerte de la madre los salva.

INICIOS

Los muchachos de Ópalo se conocen desde niños. Dos de ellos, Ricky y Alex, estudiaron en la misma escuela, y hasta se disputaron la misma novia.

A Ivonne Jean, un amigo haitiano, le agradecen las primeras nociones de guitarra y armonía en Haina.

En 1998 fueron sus primeras reuniones, cuando se dedicaban a la música hip hop.

LLEGARON A CHOLO

Primero llegaron a donde Cholo, su hoy manejador, con Hechizo, como tema grabado, pero a éste no le gustó. Agradecen al señor Nelson Muñoz, quien los ayudó a grabar el tema Jardín, que desató el interés de Brenes en el grupo.

“Hay que tener perseverancia, salir a luchar por los sueños», expresó Edward.

TROPIEZOS

Montados en una motocicleta de las denominadas passola, conducidas por Ricky, los jóvenes cantantes recuerdan que viajaban de Haina a San Cristóbal a donde personas que le pagaron para que le grabaran temas, pero le robaron el dinero porque nunca aparecieron. «Nos decían que esa gente se mudaron. Eran golpes fuertes, quedábamos cabizbajos, pero seguimos», contó Ricky. 

«FRENTE A LEONEL»

-Si estuvieran frente al presidente Leonel Fernández, ¿Qué pedirían para Haina?- preguntó una joven del público.

Para vencer los asaltos, venta de drogas y la tragedia de jóvenes que viajan de polizontes, necesitan, con urgencia, fuentes de empleos y centros con oportunidades para formarse en el área de la música y otras actividades.

Ya Haina, se quejan, no tiene el pulmón del ingenio, por lo que opinan que se necesita poner «más el ojo en la juventud, y darle caña a la corrupción».

RICKY

Ricky Valdez, de 22 años, es huérfano de padre desde los once años. Vive con su madre y dos hermanas, en la calle Primera del barrio Invi-Cea, Haina. Lavó carros en el 12 de Haina, fue obrero de zona franca, ebanista y su último empleo, hace dos años, fue la empresa Induca, en el área de corte de metales para la fabricación de puertas. En ocasiones, a las 6:00 de la tarde, no había comido nada, porque su madre, que vendía ropa, no llegaba con algo de dinero.

Ha hecho el séptimo semestre de ingeniería electromecánica en la estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y afirma que prometió a su madre concluir la carrera.

JEURI

Jeuri, primero fue «limpiabotas», para luego ser cobrador de guagua del transporte de pasajeros en la ruta Haina-Parque Enriquillo, y muchas veces recibió pago por lavar ese tipo de vehículos. «!Haina-Doce-Piedra Blanca-Parque Enriquillo», recuerda con risas que era su canto diario a los pasajeros que cobraba RD$15.

Tiene cinco hermanos y reside junto a sus padres en la calle Pedro Luna del barrio San José, Haina.

ALEX

Alex vive en la calle Duarte, en Los Bajos de Haina. Vive con sus padres y tres hermanos. Fue operador en zona franca y dependiente de ferretería. Su último trabajo fue como repartidor de agua embotellada en un camión. Su padre, Octavio Rijo, fue integrante del trío Los Juglares.

EDWARD

Edward, fue dependiente en un colmado, además de obrero de zona franca. Reside con su familia en la calle Mella, de Haina. Tiene doce hermanos. Además de haber escrito varias canciones para el grupo, ha puesto su talento al servicio de merengueros como Raffy Matías. «Voy a estudiar música», dijo.

LA DÉCIMA

Siempre que haya talento,
el éxito está seguro,
cuando el arte se hace puro,
con nobleza y sentimiento,
y este nuevo experimento,
que en la música ha nacido,
hoy nos deja convencido,
pues indican sus reflejos,
que se puede ir más lejos,
sin un color definido.
Juan María del Orbe

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esquinajoven@hoty.com.do

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