Ante la crisis sanitaria provocada por la propagación del coronavirus, el Observatorio Político Dominicano (OPD) propone que las elecciones presidenciales y congresuales programadas para el 17 de mayo se lleven a cabo el 5 de julio para garantizar un proceso diáfano y salubre.
La entidad, que es un órgano de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), expresa que ese cambio de fecha no afectaría en el calendario del traspaso de mando que seguiría efectuándose el próximo 16 de agosto, dejando incluso espacio para realizar una posible segunda vuelta el 26 de julio, de ser necesario.
Estos planteamientos aparecen en el análisis “Coronavirus: ¿una razón suficiente para la posposición de las elecciones presidenciales y congresuales de 2020 en República Dominicana?”, realizado por el investigador Vladimir Rozón.
Rozón plantea que, pese a que la Constitución dominicana establece que las elecciones presidenciales deben realizarse el tercer domingo de mayo, el estado de emergencia declarado en el país podría servir como «manto legal» para posponer los comicios sin la necesidad de modificar la Carta Magna.

Desventajas y riesgos. De acuerdo con el análisis, de mantenerse la fecha de las elecciones para el 17 de mayo, el país se expone a desventajas y riesgos como la exposición de la población al contagio del virus y la posibilidad de convertir el proceso en un foco infeccioso y en una vía de propagación masiva, dice la entidad en su estudio.
Otro de los riesgos es la posibilidad de una votación con niveles de abstención capaces de deslegitimar los resultados y la imposibilidad del voto en el exterior y de la elección de los diputados de ultramar.
Además, esta fecha presupone la obligación a los candidatos y a los militantes de los partidos de salir a hacer campaña en condiciones no favorables o insalubres.
A este escenario desfavorable se agregan las posibles deficiencias y retrasos en el montaje del proceso como consecuencia de recursos humanos y técnicos limitados, a causa de las medidas de cuarentena adoptadas por el Gobierno para enfrentar la propagación de la pandemia, precisa OPD-Funglode en su análisis.

Sin embargo, la entidad considera que para cambiar la fecha de los comicios presidenciales y congresuales se debe contar con el consenso de todos los actores políticos del país, bajo el estado de emergencia y respetando la fecha fijada para el traspaso del mando a las nuevas autoridades.
Experiencia en otros países. Rozón resalta que otros 35 países que tenían planeado realizar algún proceso electoral tuvieron que posponer esos procesos para evitar la propagación del Covid-19.

Alemania, Argentina, Brasil, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, México, Paraguay, Perú, Suiza y Uruguay, entre otros países, ya han pospuesto oficialmente sus comicios o bien, al menos, están en el proceso de discusión definitiva.
“La experiencia comparada y las proyecciones epidemiológicas de otros países de la región sugieren que para finales de abril y mediados de mayo se podría estar en el punto más álgido de la pandemia. Esto obligaría a mantener las medidas de aislamiento y distanciamiento social, produciéndose así un escenario sin condición alguna para actividades multitudinarias”, dice Rozón.

Sobre la Junta Central Electoral (JCE), Rozón señala que a pesar de que su posición ha sido la de continuar con el calendario electoral, el pasado el 4 de este mes la JCE solicitó a los partidos políticos dar su opinión por escrito sobre la posibilidad de que los comicios sean pospuestos.