POR CAROLA HOYOS Y KEVIN MORRISON
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), está cada vez más preocupada, pero también tensa, sobre qué hacer con la baja reciente de 15% en los precios del petróleo.

Miembros como Arabia Saudita, el mayor y más poderoso exportador, están nerviosos porque una nueva medida para reducir la producción pudiera empantanar los precios más todavía, si los miembros no cumplen con el acuerdo del año pasado de reducir la producción.

En octubre, la OPEP acordó reducir la producción en 1,2 millones de barriles diarios, pero solo ha sacado poco más de la mitad de esa cifra del mercado, provocando que los analistas duden de la eficacia del grupo. En diciembre, el grupo acordó profundizar sus recortes en 500,000 barriles a partir del 1 de febrero.

Miembros como irán y Venezuela, en particular, están agitando a favor de una reunión de emergencia para reducir de nuevo la producción. Ambos países están, por separado, en enfrentamientos con Washington, y con anterioridad emplearon la amenaza de un cese del suministro como herramienta política.

En una reunión el fin de semana pasado entre Hugo Chávez, el presidente populista de Venezuela, y Mamoud Amdadinejad, el presidente de Irán, Chávez dijo: “Acordamos esta tarde incrementar nuestros esfuerzos coordinados en la OPEP y con los mayores productores fuera de la OPEP para salvaguardar el precio de nuestro producto principal”.

El lunes, el jeque Ali al-Jarra al-Sabah, el más moderado ministro del petróleo kuwaití, dijo que respaldaría nuevos recortes, pero que quiere que cualquier reunión se produzca después del 1 de febrero.

Uno de los problemas de la OPEP es que nadie parece estar seguro de por qué los precios han bajado tan drásticamente. En realidad, las condiciones fundamentales del suministro y la demanda parecen contradecirlo -lo que determina que el reto que enfrentan los 11 miembros, que manejan barriles reales, en lugar de contratos futuros, sea mayor todavía. Pero ni siquiera Wall Street logró prever un deslizamiento en el precio.

Muchos han culpado al clima moderado en Europa y el nordeste de Estados Unidos, que ha limitado la necesidad de combustible para calefacción, pero ese causa se ha exagerado, dijo Edward Morse, director administrativo de Lehman Brothers.

“Según nuestro punto de vista, la caída está relacionada con una reacción exagerada de los comerciantes hacia el clima cálido del invierno, además de a una venta amplia de materias primas por los fondos de índices, otras ventas de cuentas administradas en ciertos niveles técnicos, dudas del mercado sobre la determinación de la OPEP de defender los precios, y la protección de los productores en el fondo del mercado”, escribió en un informe reciente. Añadió que él espera que esas ventas terminen pronto y que los precios reboten.

Neil McMahon, de Stanford Bernstein también destacó recientemente la tendencia de los inversionistas que huyen del petróleo debido al costo inherente de poseer crudo, un costo que se ha unido a la necesidad creciente de espacio de inventario para almacenar barriles físicos.

El reciente deslizamiento del precio ha ido acompañado de niveles de negociación récord en los futuros de petróleo crudo, y más inversionistas están apostando a que los precios del petróleo bajarán más. Un administrador de fondos dijo al Financial Times recientemente que los fondos de cobertura estaban tratando de empujar los precios más abajo, lo que obligaría a la OPEP a responder con un nuevo recorte en la producción, que al final pondría en tensión los suministros globales de petróleo y presionaría los precios al alza. Sin embargo, Paul Norsnell, jefe de investigación sobre energía en Barclays Capital, dijo: “Yo creo que hay algo más en la baja del precio del petróleo que el comportamiento de los fondos de cobertura”. Una temporada de huracanes más suave y la percepción creciente de un crecimiento económico más débil en 2007 fueron factores importantes.
VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION