Opep pide más refinerías

Opep pide más refinerías

POR JAVIER BLAS, KEVIN MORRISON Y CAROLA HOYOS
La Organización de Países Exportadores de Petróleo, el cartel de productores de petróleo, instó a los países industriales y grandes compañías petroleras a que construyan más refinerías, alertando que con la capacidad disponible a su nivel más bajo en una generación, los precios de los productos del petróleo pudieran subir hasta nuevos niveles récords.

La preocupación por los «cuellos de botella» en las refinerías y la decisión de la OPEP de incrementar su cuota de producción en 500,000 barriles al día, hasta 28 millones de barriles diarios, con una opción de incrementar en la misma cantidad de nuevo durante el verano, empujó los futuros del crudo en Estados Unidos 30 centavos más arriba, a US$55.50 el barril, ayer jueves. Los analistas dijeron que los precios pudieran llegar a US$60.00 este verano.

El aumento en la demanda de productos refinados como la gasolina, diesel y el combustible para la calefacción en los últimos tres años, y la sensacional reducción en la capacidad de refinación disponible, ha ayudado a empujar los precios de los productos derivados al detalle a cerca de niveles históricos en términos nominales, actuando como un impuesto sobre los consumidores.

El incremento empezó a afectar la demanda de los consumidores, aún en las bombas de expendio de gasolina, un resultado que ni a la OPEP ni a los grandes países consumidores como EEUU les agrada. Hasta ahora, este año, la demanda de gasolina ha subido a menos de la mitad de la tasa que se vio en 2004, dijo en un informe esta semana el Instituto Americano del Petróleo, el grupo de la industria.

El pedido de la OPEP se produjo mientras el grupo de los principales países industriales se encuentra revisando una propuesta para incrementar la capacidad de refinación mediante incentivos financieros que presentarían en la reunión del Grupo de los Ocho, el mes próximo en Gleneagles, Escocia. El pasado fin de semana, los ministros de Finanzas de los países del G8 expresaron lo siguiente: «Instamos a los países productores de petróleo, a las compañías y a los consumidores, a reconocer que su interés común es garantizar inversiones en suministros futuros de petróleo suficientes, así como la capacidad de refinación».

Alín Naimi, el ministro del Petróleo de Arabia Saudita, advirtió que los precios del petróleo pudieran subir más de los niveles actuales de US$55.00 el barril, si no se produce un incremento agresivo en la capacidad de refinación.

«Si no tenemos refinerías, los precios subirán hasta que alguien se dé cuenta de que necesitamos más refinerías. Por lo tanto, construyan, construyan, construyan más refinerías», expresó esta semana en la reunión de la OPEP en Viena.

Bob Slaughter, presidente de la Asociación Nacional de Petroquímica y Refinadores (NPRA), el grupo industrial de EEUU, dijo en una entrevista: «En verdad, no discutiríamos con el señor Naimi que el mundo necesita más refinerías, pero el mundo también se beneficiaría con más petróleo en el mercado».

Un ministro de la OPEP dijo esta semana que no hay escasez de petróleo, sino una falta de capacidad de refinación para procesar crudos muy densos y sulfurosos, también conocidos como crudos pesados y ácidos, que a su vez constituyen el grueso de las exportaciones de crudos del Oriente Medio.

«La mayor parte del crudo en 2020 será pesado y ácido, porque saldrá de los países del Golfo Pérsico, que es el crudo que tenemos», dijo el jeque Ahmad Fahad Al-Sabah, el presidente de la OPEP. Se espera que el cartel produzca más de la mitad del petróleo del mundo en 2020, de cerca de 40% en la actualidad.

La capacidad de refinación de América del Norte subió solo 0.7% el año pasado, cuando los refinadores incorporaron unidades para cumplir con las nuevas leyes ambientales, dice el reporte estadístico anual de British Petroleum publicado esta semana. Mientras tanto, la cantidad de petróleo refinado mundialmente ha aumentado en 3.4%.

Los países del Oriente Medio y Asia están planeando construir nuevas refinerías. Pero no hay refinerías planificadas en Europa ni EEUU, donde la última se construyó hace más de 30 años. Al contrario, se incrementará el proceso de mejoramiento de las existentes.

Uno de los problemas mayores que enfrenta la industria de refinación, particularmente en EEUU, son las nuevas normas ambientales que los estados exigen para la gasolina y otros productos. Con tantos tipos diferentes de gasolina para procesar, las viejas refinerías de EEUU están pasando malos ratos para tratar de mantener el paso, y la gasolina importada no siempre satisface las exigencias.

«No se trata de una causa perdida, pero sí difícil», dijo el señor Slaughter, de NPRA, refiriéndose al obstáculo doble de las restricciones ambientales y la actitud que prevalece de, «en mi territorio, ni hablar».

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