Viena (EFE).- La OPEP revisó ayer ligeramente a la baja su previsión para este año sobre la demanda mundial de crudo en un informe donde destaca la incertidumbre que se cierne sobre los mercados en momentos en que la economía internacional acumula un crecimiento del 15 por ciento desde 2003.
El Informe Mensual sobre Mercado Mundial de Petróleo que publicó hoy la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) desde su sede en Viena revisa ligeramente a la baja, en 40.000 barriles diarios, los pronósticos sobre el crecimiento de la demanda en 2006 que había hecho hace un mes, y más acentuadamente, en 100.000 barriles diarios, los del crecimiento en 2005.
Mantiene, sin embargo, su vaticinio de que el ritmo del incremento de la demanda repuntará este año claramente frente al año pasado, al calcularlo en 1,57 millones de barriles diarios (mbd) con respecto a 2005, año en que dicho aumento fue de 0,97 mbd.
Estas previsiones frescas, que fijan la demanda mundial de petróleo en 83,07 mbd en 2005 y en 84,64 mbd en 2006, se basan en la premisa de que este año la economía del planeta mantendrá un vigoroso crecimiento, de un 4,3 por ciento, aunque algo menor que el registrado en 2005 y que la OPEP calcula en un 4,6 por ciento.
Pero en este informe, correspondiente a febrero, los expertos de la organización se muestran especialmente cautelosos y advierten de que ven las actuales previsiones amenazadas por una serie de riesgos, la mayoría de los cuales reflejan el hecho de que la expansión (económica) entrará en su cuarto año.
Desde 2003 la economía mundial ha crecido en cerca de un 15 por ciento, recuerda la OPEP.
Este crecimiento ha ido acompañado de un fuerte aumento de los precios de las materias primas y la energía, y especialmente del crudo y sus derivados, con lo que ha aumentado la inflación. Los expertos de la organización ven riesgos especialmente en EEUU, esencial para el mercado petrolero, porque consume un 25 por ciento de la demanda mundial de crudo.
Estados Unidos es vulnerable y deberá mejorar este año de forma sostenida el mercado laboral para generar suficiente crecimiento en los ingresos reales, destaca el cartel en el informe.
Para este año la OPEP espera que la demanda de petróleo en Norteamérica crezca un 1,38 por ciento, hasta los 25,81 mbd, desde la media de 25,46 mbd consumida en 2005, mientras que la demanda de China, segundo consumidor mundial, aumentará un 6 por ciento, hasta los 6,94 mbd.
Con respecto a China, cuyo crecimiento es uno de los factores principales que han encarecido el crudo, el informe refleja la incertidumbre que reina en cuanto a los datos sobre la oferta y la demanda de crudo, al recordar que el crecimiento de la demanda china ha sido revisado a la baja muchas veces.
Así, la OPEP ha revisado a la baja sus cálculos sobre el consumo mundial en el último trimestre de 2005, como también en todos los trimestres de 2006, y especialmente en el segundo ve caer la demanda hasta los 83,41 mbd, desde los 85,35 mbd actuales, una situación frente a la que en años anteriores ha respondido con un recorte de la oferta para impedir una caída de los precios. Pero en su última reunión, el pasado 31 de enero en Viena, los altos precios inhibieron cualquier eventual propuesta de reducir el bombeo y el Consejo de Ministros decidió dejar sin cambios la actual cuota de producción, de 28 mbd, que no incluye a las extracciones de Irak y que el resto de los diez países miembros superaron en conjunto en 100.000 bd durante enero, según el informe.
Con Irak, el grupo produjo una media de 29,65 mbd el mes pasado y calcula que en todo 2006 el mundo requerirá un promedio 28,5 mbd de su crudo, lo que apunta a un exceso de la demanda, algo que se ve también reflejado en un fuerte aumento de las reservas almacenadas en los países consumidores.
Pese a ello, los precios del petróleo volvieron a la senda alcista en enero pasado, después de que el año comenzara con la crisis del gas entre Rusia y Ucrania, que causó una corta, pero alarmante, interrupción parcial de suministros a Europa.
El aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y un corte de suministros de Nigeria contribuyeron a llevar al precio del barril de crudo de referencia de la OPEP hasta los 60,12 dólares a finales de enero, mes durante el cual su cotización media fue de 58,29 dólares, un 11 por ciento más que en diciembre.
Desde entonces los precios se han abaratado en todos los mercados: el barril OPEP ha descendido hasta los 55,30, mientras que el crudo Brent y el Petróleo de Texas, las referencias para Europa y EEUU, respectivamente, se sitúan por debajo de los 60 dólares. EFE