Con el destape de dos presuntos casos de corrupción: Antipulpo y Coral, la sociedad ha podido ver lo que sucede durante una audiencia de medida de coerción en medio de la pandemia del coronavirus.
La particularidad de estos casos, es la cantidad de imputados en una sala de audiencia en momentos en el que se procura la aplicación de un protocolo sanitario que ordena el uso de mascarilla, gel antibacterial y distanciamiento social.
El protocolo
Al momento, que los usuarios y actores del sistema acuden a la sala de audiencia deben acogerse a las medidas preventivas establecidas, como uso de mascarillas, medición de la temperatura, uso de gel desinfectante de manos y respeto de la señalización interna.
Debido a la cantidad de imputados y actores en el Caso Coral y Anti Pulpo, las audiencias de conocimiento de medida coercitiva se han tenido que celebrar en la sala modelo donde opera el Primer Tribunal Colegiado porque es el espacio más grande de la Fiscalía del Distrito Nacional.
Sin embargo, el distanciamiento de un metro y medio solo lo lleva el juez.
El grupo de fiscales ocupa el lado izquierdo mientras que los imputados y sus abogados en el lado derecho.
En la sala modelo hay espacio para el acceso al público con la distancia requerida señalizada en los bancos.
Medios de comunicación
Las medidas adoptados por el Poder Judicial para equipos de prensa que desean dar cobertura a los casos es el siguiente:
Solo permiten una persona por medio y se restringe el acceso cuando se cumple la capacidad total de ocupación total de la sala de audiencias.
«Habrá un espacio señalizado para la prensa de forma tal que puedan realizar su labor desde dicho espacio, como se ha contemplado en ocasiones anteriores. Al momento del inicio de la audiencia y durante el transcurso de esta, deberán permanecer en el lugar asignado y no circular por la sala», establece el protocolo.