Operación Sherezade: Salvamento social y moral

Operación Sherezade: Salvamento social y moral

RAFAEL ACEVEDO
En las mil noches y una noche, como es el nombre original de la colección de cuentos árabes, tal vez, la narración más apasionante es la que refiere la situación de la propia narradora, Sherezade, quien a sabiendas de que el Emir luego de poseerla la mandaría a matar, le pidió al despiadado mandatario que la dejase relatarle una historia, una que ella de manera hábil y exquisita entretejió con otras narraciones, hasta dejarlo rendido de sueño cada noche, y al cabo de las mil y una noches que duró el maravilloso relato, quedó totalmente prendado de esta inteligente, culta y entretenida mujer, que con sus encantos narrativos y su personalidad, le borró para siempre la amargura de una traición que lo había convertido de ser un hombre bueno, en sádico criminal.

Yo no me puedo imaginar cuanta maldad o bondad puede existir en un turista que llega al país en busca de diversión o simplemente en busca de descanso, y que luego se encuentra con una oferta que le propone placeres sexuales bajos y baratos, de parte de una población analfabeta y degradada que tiene muy poco que ofrecerle en cuanto a diversiones sanas y edificantes. Hace años que advertí que si no se ofertaba un turismo que incluyera artesanía de primera y representaciones artísticas y culturales, estaríamos condenados a ser víctimas de un turismo despiadado que vendría en busca de sexo y perversión de toda especie. La historia de Puerto Plata, particularmente las del área de Sosúa y Cabarete, ha sido en este sentido desastrosa. Pero qué decir de Boca Chica, Bávaro y de otros lugares que de las cosas más comunes están la prostitución infantil y la pornografía.

No sé qué otra cosa se puede esperar de una población local o desplazada desde cualquier otra parte del país, analfabeta, no calificada y sin ni siquiera disciplina y experiencia laboral elemental, a la cual se le suma una débil formación moral; se enfrenta con un ambiente festivo y corrompido como suele ser el «ambiente turístico» en ciertos lugares, y a empresarios carentes de escrúpulos. El mejor antídoto de una comunidad o persona contra la corrupción, es una equilibrada instrucción laboral junto a una educación basada en valores cristianos.

Hasta ahora, las comunidades locales se han beneficiado de la demanda de mano de obra menos capacitada y con los salarios más bajos, lo cual no compensa ni de cerca el impacto demoledor que el turismo ha implicado para la integridad familiar y del individuo. Cuando no son focos de perversión, las comunidades locales se han convertido en áreas altamente contaminadas desde el punto de vista sanitario y de alta delincuencia y falta de seguridad. Esto, sin contar el daño que el desolador cuadro de la miseria produce en el paisaje.

Una de las más valiosas alternativas tenía que ser la artesanía, la cual ha tenido que ser suplida por los artesanos haitianos, quienes no tienen mejores talentos que los dominicanos, pero pudieron darle expresión autóctona a lo que aprendieron de los maestros norteamericanos durante la Ocupación Militar. Ningún gobierno se ha tomado en serio la tarea de educar la mano de obra ni a la población para corresponder a la demanda y a la vez defenderse de la agresión moral y cultural que ha implicado el crecimiento del flujo turístico.

Si Sherezade, en vez de indefensa víctima, terminó siendo respetable esposa de su potencial victimario, fue por su talento y su integridad. Nada más sediento de sangre inocente que un seudo empresario degenerado que viene desde Europa a colocar negocios ilegales en nuestras playas. Gente que escapó de la persecución de su país de origen para refugiarse en este paraíso de la ilegalidad y de la homosexualidad, como a menudo se ha anunciado este país sin que las autoridades hayan sometido a ninguno de esos perversos anunciantes. ¿Por qué no, autoridades económicas, turísticas, artísticas y educativas, darle a nuestro país una estrategia de crecimiento en ese sector, que junto con el turismo ecológico, deportivo, de salud y otras vertientes, signifique una opción más decente y más rentable, como la de un Plan Sherezade?

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