Representantes de la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC) opinaron que la reforma fiscal, tal como fue presentada en el Congreso, obligaría a muchos negocios a irse a la informalidad.

«Si la aplican así como fue presentada, a nivel de precio, automáticamente habría un aumento de 10 por ciento en el índice de precios, comenzando. Además, esto llevaría a que más del 50% de las actividades industriales y comerciales se vayan a la informalidad», dijo Iván García, presidente de la FDC.

Añadió que dada la situación que eso provocaría, en lugar de cobrar más impuestos, los ingresos tributarios bajarían, porque las empresas que no quiebren, desarrollarían sus actividades en la informalidad.

Alertó también sobre el impuesto de 1.0% a las viviendas con valor de más de RD$3.0 millones, consideradas suntuarias y a los activos fijos de las empresas.

«Prácticamente se estaría condenando a la desaparición y venta del activo, porque de qué forma podría pagar esos tributos el sector comercial, con márgenes de comercialización tan bajos como los que tiene», cuestionó.

 Agregó que más del 90 por ciento de los locales que utiliza el sector comercio, son también usados como vivienda y que más del 50 por ciento de esas propiedades vale más de RD$3.0 millones.

«También tenemos una pequeña dificultad con la nueva propuesta de reforma fiscal. Es que se elimina la posibilidad de que las personas físicas que son comerciantes y que realizan otra actividad, puedan deducir la cantidad exenta para la persona física, por lo cual se incrementa la cantidad de impuestos que paga el comerciante», explicó García.

Cuestionó el impuesto a los ahorros, porque producirá iliquidez en la banca y entonces no habría dinero para las inversiones productivas.

De su lado, Ramón Campos Pina, de la Asociación de Suplidores del Estado, Víctor de los Santos, del sector de repuestos automotriz y Tony Rodríguez, representante de la Asociación de Dueños de Farmacias, alertaron sobre el impacto negativo que podría tener en el aparato productivo, el aumento de la carga impositiva.

No obstante, García dijo que el peor impuesto que puede tener la población, es la inflación.

Añadió que en los últimos 18 meses, el sector comercio perdió el 66 por ciento de su capital.

Refirió que al estar descapitalizados (los comerciantes), por efecto de una economía en crisis y en recesión, la devaluación, que en el último año superó el 100%, encontró al comercio sin inventario y con su dinero a crédito en calle.

«Cuando subió el dólar a cincuenta por uno, en esa medida se despreciaron todos los capitales, creando una situación difícil», sostuvo.