Opinión: pública, individual, secreta

Opinión: pública, individual, secreta

FEDERICO HENRÍQUEZ GRATEREAUX
Es imposible vivir sin opinar y sin escuchar las opiniones de los demás.  Los periódicos que en la R.D. han suprimido los artículos de opinión y la «columna editorial», terminan colocando «caricaturas editoriales» en lugares destacados, además de escritos informales con opiniones «cuasi editoriales».  

Cada vez que vemos o nos presentan  un individuo, la oficina secreta de nuestro cerebro, de manera inconsciente, lo califica: es simpático, esta muy gordo, es un pesado. ¡Que bien vestido y que cordial e inteligente es el nuevo profesor! ¡Que elegante y atractiva es la señora que acaba de llegar!  Un rótulo de fea o de bonita le toca a cada mujer.  También opinamos acerca del pan recién salido del horno, sobre el aspecto de una ensalada; lo mismo en conexión con olores, sabores, colores.  Lo hacemos todos los días de nuestras vidas.  Opinamos siempre.

No obstante, hay personas que dicen: yo no tengo nada que opinar, no me meto en esto o en aquello; ¡que cada uno haga lo que le plazca!  Religión, política, «preferencias sexuales», son tres campos de batalla, tan conflictivos, que es mucho mejor no entrar en ellos.  Creen que así quedan «vacunados» para evitar la controversia.   Lo justo seria distinguir entre no discutir y no opinar; pues opinamos con una sonrisa, hasta con un simple gesto.

Esa supuesta coraza desaparece tan pronto el «sujeto inmune» sufre un choque en su automóvil, enfrenta la arbitrariedad de un policía o el robo de un paquete de su compra en el supermercado.  En estas ocasiones brotan inmediatamente denuestos, improperios, o sea, calificativos, opiniones, «juicios de valor».

Nadie puede,  en rigor, «seguir impasible su camino», hacer «el chivo loco», ante los innumerables problemas de que está compuesta la vida colectiva.  Usted puede muy bien «ser prudente» y permanecer callado después de un acto criminal del cual fue testigo sin quererlo, porque podría costarle la vida, la libertad, el empleo.  Pero no podrá impedir el dictamen calificativo que haga el juez de instrucción, el «periodista imprudente» o usted mismo al acostarse, cuando quede en la soledad de su dormitorio.

La cosa no tiene arreglo: hay mujeres que son encantadoras y otras que son desagradables o, peor aun, detestables; hay hombres admirables cuya compañía es una reconfortante experiencia; existen comidas que merecen el elogio del cocinero y las gracias al creador de la naturaleza.   Hay libros que se caen de las manos y libros que deseas leer una y otra vez.   Una música puede ser inquietante, desapacible hasta el punto de afectar negativamente el sistema nervioso.  La música es una vibración periódica que actúa sobre los nervios y nos presiona físicamente; es una onda sonora que se propaga y rebota en un árbol de fibras nerviosas. Gómez de la Serna estaba convencido de que la música de jazz era para el oyente algo así como un masaje.  Todos los objetos nos hieren o nos acarician, nos estimulan o nos deprimen, nos hacen daño o nos benefician.    Ni el aire, ni las nubes, ni el cielo, son realidades neutras.

La gente quiere saber a que atenerse; pretende llegar a conocer lo que hay dentro del macuto inmenso de la convivencia.   Reclama opiniones. Las disputas de los fanáticos   cualquier deporte están marcadas y definidas por opiniones, preferencias, juicios de valor.   Al comprar una corbata determinada y no la de al lado, expresamos una opinión sobre esta clase de prendas de vestir.

Cuando nos agobian la escasez de plátanos o de arroz, las altas tasas de cambio,  la inseguridad en las calles, lo primero que debemos hacer es opinar, decir lo que sentimos.   Así se constituye el consenso. Después, seguramente, habrá que realizar arduos trabajos para corregir esas calamidades.  La opinión pública es un edificio formado por acumulación de opiniones individuales.  Esa opinión pública solamente logra materializarse cuando nuestra opinión personal no es secreta.  Y la opinión pública, hay que repetirlo, es el eje del sistema político democrático.

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