Banco Central reduce el precio del dinero

Arturo Martínez Moya
El Banco Central recortó el precio del dinero en 25 puntos básicos, la tasa quedó en la horquilla hasta del 5.75 – 5.50 % anual, para apoyar una nueva fase de crecimiento, impulsando el consumo de las familias e inversión de las empresas, sin generar tensiones inflacionistas.
Por los siguientes motivos priorizó la economía real. Primero, está demostrado que la reducida inversión pública drenó el crecimiento del PIB real, en agosto 1.5%, el peor después de 0.7% en febrero, y 1.4 puntos porcentuales menos que en julio interanual 2.3% en enero-agosto 2025. Para el año, la previsión de crecimiento es alrededor de 3%, por debajo del potencial, y muy por arriba del 2.2% en la región.
Segundo, hace tiempo el Banco Central hizo sus deberes en cuanto al control de los precios, desde el primer semestre de 2023 la inflación se ha mantenido dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, en agosto interanual fue de 3.71 %. Tercero, la masa monetaria (dinero en circulación) apenas creció 0.8%entre diciembre 2024 y 30 de septiembre 2025, muy por debajo del PIB nominal, ello significa que existe margen para aumentar la liquidez de la economía.
Cuando se descompone el crecimiento del PIB real de los primeros ocho meses del año, surgen dos importantes puntos de inflexión, primero, la demanda interna no juega el papel prominente que tuvo, su aportación es negativa, y segundo el crecimiento sigue siendo intensivo en empleo, en abril-junio 2025 la economía se anotó 121,164 trabajadores más y 20,719 desocupados menos, para elevar los ocupados a la histórica cifra de 5, 123,548 y reducir a 275.473 el desempleo.
La demanda interna regresará como motor del crecimiento con apoyo del menor costo del dinero y del programa de provisión de liquidez aprobado por la junta monetaria en junio por RD$81 mil millones, para créditos a sectores productivos en condiciones favorables, los préstamos privados, que interanual crecieron 8.5% en septiembre 2025, se espera aumenten entre 10% y 12% a final de año. A diferencia de la economía dominicana, en la de Estados Unidos la inflación no está bajo control, aumentó 2.9% en agosto, después de mantenerse en 2.7% en junio y julio, por encima de la meta de 2%, aumento que se atribuye a los aranceles generalizados de Trump, con gravámenes más altos a decenas de economías, y aranceles más elevados a importaciones de sectores específicos, como el acero, el aluminio y los automóviles.
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De hecho, la semana pasada, Trump impuso aranceles entre 20% y 30% a textiles importados desde Haití, eliminando los programas especiales HOPE y HELP que por casi dos décadas garantizaron la exportación de prendas de vestir libres de aranceles al mercado estadounidense, en sus mejores momentos las fábricas haitianas emplearon a más de 60,000 trabajadores. Aunque la desaceleración de la economía estadounidense recomienda bajar los tipos, el alza y tensiones en los precios aconsejan no hacerlo, para algunos analistas Jerome Powell cedió a la presión de Trump el pasado miércoles 17 de septiembre, cuando bajo los tipos de interés en 25 puntos básicos, lo que tiene antecedente. La historia nos cuenta que en 1971 Richard Nixon presionó a Arthur Burns, presidente de la Reserva Federal de la época, para que bajara los tipos de interés a pesar de que, como ahora, era dudoso que conviniera a la economía estadounidense, pero Nixon entendía que le facilitaba la reelección, y Arthur Burns, que sabía solo se quedaba en el cargo si cedía, aunque fue incorrecto, cedió y los precios se dispararon.