Benjamín Netanyahu visita América Latina

Ubi Rivas.
El día l2 del presente mes, Benjamín Netanyahu arribó a Buenos Aires, Argentina, recibido por el presidente Mauricio Macri, resultando el primer ministro del Estado de Israel que visita América Latina, en un periplo que lo condujo a Colombia, recibido por el presidente Juan Manuel Santos, y en México, por el presidente Enrique Peña Nieto.
En la escritura del Acta de Nacimiento del Estado de Israel que tiene fecha del 29-11-1947 cuando las Naciones Unidas, sesionando en Lake Sucess, Nueva York, dice que tanto Argentina como México se abstuvieron de votar, que en buen romance traduce que rechazaron el nacimiento del Estado judío, como lo hicieron Chile y Etiopía, donde existe un genoma hebreo de la etíope reina de Saba, que concibió un hijo adúltero con el rey Salomón.
Colombia se abstuvo, y de los países grandes, hoy las principales economías de AL, solo Brasil votó a favor de la partición de dos Estados.
República Dominicana del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo votó por la partición, y en 1940, conforme a la Conferencia de Evían, Francia, dispuso recibir 700 judíos en Sosúa, Puerto Plata, que escapaban del holocausto nazi, un gesto inteligente de El Jefe para congraciarse con el presidente Franklyn Roosevelt por el genocidio contra nacionales haitianos del tres al cinco de octubre de 1937.
El premier Netanyahu, el más porfiado histórico halcón del Estado hebreo, rivalizando con David Ben Gurión, Golda Meier, Menachen Begin y Ariel Sharón, recibió en su gira por AL un baño de solidaridad, distensión, calor humano, afecto, virtudes del espíritu que han debido convidar al agreste Primer Ministro israelí a reflexionar en relación a traspolar esos efluvios espirituales sanos, a sus hermanos de padre palestinos, y lograr la elusiva y anhelada paz de la humanidad.