Méritos y luchas de las mujeres en el país

Por no auspiciar estructuralmente y a plenitud el respeto a sus derechos y roles en las familias y en la sociedad, República Dominicana es un país en deuda con la mitad de su población que corresponde al sexo femenino. Esta fecha, 08 de marzo, está internacionalmente instituida para enfatizar la lucha por la igualdad en el tratamiento a los diferentes géneros. Para reconocerse que la falta de equidad que se traduce en menor acceso de las mujeres a posiciones ejecutivas con niveles salariales similares a los de los hombres está agudizada por el notable avance femenino en formación académica, técnica y administrativa. Ha igualado competitivamente a su contraparte haciéndose más pronunciado el desequilibrio en el reconocimiento de derechos. Están en retroceso, ciertamente, esquemas culturales de enraizada tradición basados en una presunción de supremacía sin fundamento y a fin de sepultarlos para siempre deben estar cada vez más activas indistintamente las voluntades de los dominicanos a todos los niveles sociales. Extínganse los prejuicios que sitúan en planos diferentes a hombres y mujeres en perjuicio de estas.

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Conmemorar este día implica exaltar las motivaciones históricas de la fecha que son las de comprometer las sociedades a vencer convencionalismos y apoyar la participación y el activismo femeninos que procuran la igualdad para dar más espacio a los movimientos emancipadores como el que exitosamente dirigió la educadora Abigail Mejía para que se reconociera desde 1942 el derecho a votar de las mujeres. Con todo, el desempleo es más alto en la población femenina que en la de los hombres. La disolución de matrimonios mantiene en cifras elevadas las familias monoparentales en las que son ellas las que mayoritariamente quedan al frente de familias destrozadas y sus dependientes. La violencia de género, con su terrible perfil unidireccional, convierte a las mujeres en las víctimas mortales en más de un 90% y tras las desuniones son ellas las que permanentemente sufren agresiones o pierden la vida por las incapacidades del sistema de protegerlas de comportamientos machistas