Pymes para el progreso

El año 2007 no fue de los mejores para las pequeñas y medianas empresas. Para tener una idea de la situación, basta decir que menos de un 15% de las Pymes tuvieron participación en las exportaciones e importaciones del país.

Si tomamos en cuenta que el primero de marzo del 2007 el país entró de lleno en el DR-CAFTA, llegaríamos a la conclusión de que las ventajas de ese tratado solo fueron aprovechadas por quince de cada cien medianas y pequeñas empresas.

Agreguemos a lo anterior el hecho de que el DR-CAFTA abre las puertas del país a empresas industriales y comerciales de Estados Unidos y Centroamérica que pueden competir en igualdad de condiciones con las pymes locales, caeríamos en la cuenta de que hay que reforzar el apoyo a nuestras pequeñas y medianas empresas.

II

Una de las dificultades que enfrentan las pequeñas y medianas empresas es el acceso a financiamiento para fines de expansión y diversificación.

Generalmente, la banca comercial requiere garantías fuera del alcance de las pequeñas y medianas empresas para aprobarles solicitudes de préstamos.

Por razones de economía de escala, las alzas en los hidrocarburos y otros factores de costo tiene efectos financieros terribles para las Pymes y tienden a dejarlas fuera de competencia, sobre todo en los mercados externos.

Regularmente, las Pymes se ven seriamente lesionadas en el mercado local, debido a la competencia de productos de origen externo con ventajas de costos de producción y acceso a financiamientos o subsidios especiales.

En estos tiempos, con tratados de libre comercio con países y bloques de países altamente desarrollados, la situación de las Pymes locales se hace más difícil de manejar.

Todo lo anterior explica el porqué las pequeñas y medianas empresas locales decrecieron notablemente en el 2007.

III

Una buena estrategia de respaldo a las Pymes tiene que partir del hecho de que éstas aportan un 27% del Producto Interno Bruto, sus cotizaciones al sistema de Seguridad Social representan un 94% y son la fuente que genera el 60% de los empleos.

Aunque la Ley de Innovación y Competitividad Industrial, promulgada hace poco, contiene aspectos específicos dedicados a beneficiar las Pymes, como es la exención de impuestos para renovación de maquinarias y equipos, hace falta trabajar más de cerca con este sector.

Deberían crearse estímulos fiscales y de otras índoles para las Pymes cuya producción esté destinada a la exportación. También debería haberlas para aquellas que produzcan servicios, materias o agregados para productos de exportación elaborados por otras empresas.

También podría ser factible la constitución de clusters que participen en alianzas estratégicas con empresas locales grandes dedicadas a la exportación de bienes o servicios.

Y debería haber una expansión de la cartera de crédito oficial a disposición de las Pymes que les permita acceso fácil a recursos para renovación de equipos y tecnología. Este año que comienza hay que hacer más por las Pymes, que equivale a hacer más por el progreso.