Honor
¡Ercilia Pepín, prócer de la república!

Ercilia Pepín
En el reino mítico de Telésforo y Facundo Gómez, nuestra casa materna de Santiago, Ercilia Pepín era una deidad. Levitaba, tal como se describe en Cien Años de Soledad, en el patio de flores de nuestros amigos Ramón Gómez, Ana Pepín y su hijo Radhamés Gómez Pepín.
Así como Ercilia Pepín hubiera hecho, esta amistad familiar ayudó mucho a proyectar el Plan Estratégico de Santiago en la sesión de divulgación del Grupo de Comunicaciones Corripio. Siempre llamé a los maestros del periodismo, Radhamés Gómez Pepín y Juan Bolívar Díaz, para nuestra participación.
Mucho antes que la gloriosa profesora Ercilia Pepín se convirtiese en emblema de la República Dominicana, Santiago la idolatraba como divinidad. Es la matriarca de la educación caribeña y protagonista inclaudicable del civismo patrio.
Quedará en la historia que el senador Daniel Rivera hizo la gestión para que los legisladores aprobaran su propuesta de ley. Pasado maestro de ciencias de salud PUCMM y exdirector de su Escuela de Medicina, logró sancionar el mandato, a casi 140 años del nacimiento de la heroína.
La Ley 96-25 declara a Ercilia Pepín «Prócer de la Patria». Defensora militante de la soberanía de América y la participación de la mujer en la gestión pública. Dispone que la Comisión Permanente de Efemérides Patrias (CPEP), celebre su día de nacimiento, el 7 de diciembre 1886.
Ercilia Pepín inició su labor docente a los 14 años. Hablaba inglés, francés e italiano, casi a la perfección. Su evangelización educativa inicia en 1900 cuando apenas Santiago acumulaba 10,921 habitantes, 38 calles y 2,337 viviendas, agrupadas en 116 manzanas urbanas. Estimamos no más de 1.5 Km2, de acuerdo al censo dirigido por Franco Bidó.
Ercilia Pepín acumula cientos de logros. Primera profesora en exigir uniforme, establecer desayuno escolar, desplegar laboratorios, venerar el himno, izar la bandera, respetar símbolos patrios y enseñar los idiomas inglés y francés.
Al producirse la retirada de las tropas de Estados Unidos, el 24 de julio de 1924, Ercilia Pepín, encabeza junto a las autoridades, el acto de enhestamiento de la bandera nacional en la fortaleza de San Luís. Esa bandera tricolor confeccionada por sus jóvenes estudiantes fue subida al tope, en la presencia de 100 damas santiagueras arrodilladas.
Sugerimos que para los 140 años de su nacimiento en 2026, Efemérides Patrias, Ayuntamiento y senador aporten una estatua de la profesora a escala humana y creen la “Estatuilla Oro” que honre las mujeres insignes de Santiago y el país.