Reemplazando humanos por máquinas

Eduardo Klinger Pevida
Según la Federación Internacional de Robótica, China ha transformado su producción industrial en los últimos diez años pasando del uso de 189 mil robots industriales desplegados en fábricas a más de 2 millones en 2024, año este en que introdujo 295 mil nuevos robots. La superación con la competencia es absoluta: ese mismo año Japón introdujo 44 mil, EEUU 38 mil y Alemania 27 mil. Juntos no superan al ejército robótico industrial chino.
En las áreas de producción los visitantes se asombran viendo un movimiento masivo coordinado de brazos mecánicos en plena faena a un ritmo impresionante, ensamblando, soldando, trasladando componentes y materiales. Pero el proceso de robotización chino no se limita a la instalación de los mismos sino también a fabricarlos. En 2024, por primera vez, por encima del $57\%$ de las máquinas desplegadas eran “Made in China” mientras trabaja con activa política de créditos blandos, compras estratégicas y estimulando que el sector privado se involucre cada vez más en la producción de robots donde ya tiene fuerte importancia en la producción de robots industriales y de servicios.
Sin embargo, el cuello de botella que enfrenta China es la dependencia externa de semiconductores y sensores de precisión que limita su avance y que le motiva a reaccionar fuertemente ante las acciones con la que algunos tratan de impedir que pueda acceder a ellos y recurre a limitaciones de exportación de los estratégicos minerales que componen las tierras raras, de las que depende occidente, utilizándolas como moneda de cambio.
No es solo la masividad del uso de robots industriales sino el potencial incorporado con profundo uso de la inteligencia artificial que les permite ejecutar procesos, detectar problemas o averías y hasta ajustar la producción. La presencia creciente de robots industriales acelera la modernización que promueve China a escala nacional convirtiéndolo en norma con incidencia relevante en el mercado global.
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Los planes contemplan ampliar la producción de robots humanoides a lo largo del 2025 y alcanzar a ser la mayor potencia mundial en el desarrollo industrial de los mismos en 2027. Para ello espera avanzar en que los robots tengan mayor percepción del entorno y control de movimiento, así como interacción máquina-humano. Mediante el uso de IA desarrolla más habilidades en manos, brazos y pies en los robots. Trabaja en ello.
No es solo automatización, es un objetivo estratégico para compensar la reducción de la tasa de natalidad.