Relajación total en el dentista

Dra. Arabella Michelén.
La visita al odontólogo suele generar ansiedad en muchas personas, desde los más pequeños hasta los adultos. El miedo a las agujas, los sonidos de los instrumentos o simplemente la expectativa de sentir dolor hacen que algunos pacientes pospongan sus visitas. Para ayudar a que estas experiencias sean más cómodas y seguras existe una herramienta muy útil: la sedación consciente con óxido nitroso, también conocido como el gas de la risa.
Se trata de una técnica en la que el paciente respira, a través de una mascarilla nasal, una mezcla de oxígeno y óxido nitroso. Este gas actúa rápidamente y genera una sensación de tranquilidad, relajación y bienestar, sin que el paciente pierda la conciencia. Es decir, la persona sigue despierta, puede responder preguntas y colaborar con el odontólogo, pero con menos miedo o tensión. Al terminar el procedimiento, el gas se elimina rápidamente del cuerpo al respirar oxígeno puro. Esta técnica se aplica junto a un médico anestesiólogo y/ o emergenciólogo.
La sedación consciente es una opción para distintos tipos de pacientes: personas con ansiedad o miedo al dentista, pacientes con reflejo de vómito muy fuerte, pacientes con discapacidades, quienes necesitan procedimientos dentales un poco más largos o complejos, como extracciones de cordales, colocación de implantes, entre otros. Sin embargo, también puede utilizarse en tratamientos más sencillos cuando la ansiedad del paciente lo amerita, su salud general y condiciones especiales
Algunos ejemplos en los que la sedación consciente resulta de gran ayuda en pacientes ansiosos son: limpiezas dentales, restauraciones, tratamientos de endodoncia y después de traumas. Sin embargo, su uso es muy común en las cirugías de terceros molares, colocación de implantes y otros procedimientos clasificados como mayores en el área de la salud oral.
Generalmente puede utilizarse en niños desde los cuatro o cinco años, siempre que puedan respirar bien por la nariz y seguir instrucciones básicas. También es seguro en adolescentes, adultos y adultos mayores, siempre y cuando no existan contraindicaciones médicas.
Aunque es un método muy seguro, existen algunas situaciones en las que no se recomienda su uso, como en pacientes con resfriado, congestión nasal o problemas respiratorios en el momento del tratamiento, personas con enfermedades pulmonares graves, mujeres embarazadas en el primer trimestre, pacientes con ciertos trastornos psicológicos que dificulten la cooperación o quienes no puedan respirar adecuadamente por la nariz. Por eso, antes de aplicarlo, el odontólogo realiza siempre una evaluación médica y explica los detalles al paciente.
Los beneficios de la sedación consciente son múltiples: disminuye la ansiedad y el miedo, permite mayor cooperación en el sillón dental, es segura porque se administra con equipos especializados y personal capacitado, ofrece una recuperación rápida que permite al paciente retomar sus actividades normales rápidamente y evita recurrir a anestesias generales más invasivas y costosas.
La sedación consciente con óxido nitroso se ha convertido en una aliada de la odontología moderna. Su seguridad, rapidez y efectividad permiten que tanto niños como adultos superen el miedo al dentista y reciban sus tratamientos de manera tranquila.
En conclusión, si sientes ansiedad al visitar al odontólogo, tienes reflejo de vómito muy fuerte o necesitas un procedimiento más largo, esta técnica puede ser una gran opción. Consulta siempre con tu odontólogo de confianza, quien te orientará sobre si eres un buen candidato para recibirla.