Opiniones divididas sobre servicio de legalización JCE

Opiniones divididas sobre servicio de legalización JCE

POR UBALDO GUZMAN  M.
 El servicio que ofrece el Centro de Legalizaciones de la Junta Central Electoral del Distrito Nacional, inaugurado recientemente en La Feria, es considerado por unos como lento y por otros como eficiente.

La mayor queja es su lentitud. Uno que critica esa situación es  Plinio Montero, quien señala que el servicio es muy malo. “En quince minutos uno resolvía el problema antes y ahora son dos horas”, remata, pero aclara que antes usaba los agentes tributarios o “buscones”.

 Nerys Falcón tiene una opinión similar: “Para mí la estructura está moderna, pero el servicio sigue igual. Se sigue cogiendo la misma lucha”.

Duany Brito se quejó del mal funcionamiento del centro. “Estarán tratando de organizarse, pero le falta mucho”.

En cambio, otros perciben el servicio de otra manera. José Arístides Medina (Palillo) cree que el lugar está muy bien organizado y el servicio es bueno.

 Geraldo Joel Núñez dijo que el servicio es “eficientemente bueno. Es un servicio decente, con higiene, uno está cómodo, en aire acondicionado”.

Según Elvin  Jiménez, anteriormente se duraba hasta tres horas para obtener el acta legalizada y ahora es menos, pero las cosas han mejorado y seguirán mejorando.

Según Juan Manuel Jiménez, el problema se resuelve sólo cuando el juzgado que otorga el acta de nacimiento haga la legalización del  documento.

La directora de la Oficialía Central del Estado Civil, Dolores Fernández, dice que hacen esfuerzos para mejorar el servicio y que no se puede decir que es más lento que el anterior.

Las personas forman una fila en la acera de la calle República del Líbano,  entran al centro de servicios de diez en diez. Cada uno toma un ticket y se acomoda en una de los sillas del acogedor lugar, y allí son asistidas por una facilitadora, quien ofrece toda la información requerida.

Para  la recepción de documentos hay nueve casillas. Luego las personas pasan al área de entrega de documentos.

Fernández hizo un recorrido con los periodistas y ofreció las explicaciones del servicio de la JCE.

A su juicio, el acta certificada tiene la firma suya y del legalizador, un código de barras, el número y la hora de la legalización, para evitar que sea falsificada.

“El que le dé un acta a un buscón, su acta durará diez días para entregarse a su dueño, como una medida de sanción”, sostuvo. 

Uno de los asistentes le enrostró a la directora que por qué personas que habían llegado más tarde que él habían recibido el documento. Fernández argumentó que pudo haber sido por la falta de destreza de un empleado.

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