Oportunidad perdida

Oportunidad perdida

Oportunidad perdida.- Es una pena que el Procurador General de la República, el doctor Francisco Domínguez Brito, le sacara el cuerpo, alegando que debe mantener en secreto la investigación en la que participa junto a las autoridades del Brasil, al escándalo provocado por el supuesto pago de sobornos –nada menos que 3.5 millones de dólares– a funcionarios dominicanos, incluido un Senador de la República, para facilitar la compra de ocho aviones Súper Tucano, por los que el Estado dominicano pagó 93.6 millones de dólares que, por cierto, tuvo que coger prestados. Porque si bien nos habíamos olvidado, por esa corta memoria nuestra, de que desde el principio el proceso de adquisición de esos aviones estuvo rodeado de gran controversia, y que la aprobación del préstamo que la hizo posible suscitó encendidas discusiones en el Congreso, la publicación del Wall Street Journal reseñando el sometimiento a la justicia, por parte de las autoridades brasileñas, de ocho empleados de la empresa aeronáutica Embraer a los que acusa de repartir el soborno, parecía una magnífica oportunidad para que Domíngez Brito, quien junto a Wilton Guerrero fueron los únicos senadores oficialistas que se opusieron al préstamo, aprovechara la oportunidad para seguir defendiendo, como hizo en el Senado, el buen uso de los recursos públicos. Pero su salida por la tangente frustró esas expectativas y, sobre todo, nos recordó una verdad muy amarga: la corrupción, en este país digno de mejor suerte, goza de total impunidad.

 

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