Oportunidades para todos

Oportunidades para todos

Una vez más la República Dominicana se encamina a concluir el presente año en números positivos, acumulando así una historia de doce años ininterrumpidos de crecimiento económico sostenido. Utilizando como escenario el “XIII Encuentro Empresarial – Padres e Hijos”, el cual reúne un grupo de las familias empresariales de America Latina, el primer mandatario de la nación reveló que el país podría crecer este año un 6.5% (Medina), frente al 1.0% previsto para América Latina (CEPAL).

Durante los últimos 23 años la economía dominicana ha crecido una tasa anual promedio de 5.8%, señaló el mandatario, y desde el año 2004 el registro del Producto Interno Bruto (PIB) se ha mantenido en números positivos, superando el promedio registrado en América Latina desde el 2005 hasta la fecha. Sin embargo, las precariedades y desigualdades no se han reducido en la misma proporción que el ritmo de crecimiento en el cual se encuentra la economía dominicana. En términos regionales, los datos presentados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su Panorama Social de América Latina 2014, presenta al país con uno de los mayores porcentajes de pobreza (40.7%) e indigencia (20.2%) de toda América Latina. A nivel interno, la nación presenta realidades muy distintas por toda la geografía nacional, el Índice de Desarrollo Humano Provincial (ODH/PNUD) presenta provincias como Elías Piña con apenas un 0.112 (IDHp), mientras el Distrito Nacional alcanza un IDHp de 0.734; de igual manera el ingreso per cápita registrado en estas dos demarcaciones evidencia diferencias abismales con un rango desde RD$ 59,391.65 (Distrito Nacional) hasta RD$11,070.36 (Elías Piña).

Estos indicadores evidencian la realidad de una gran porción del territorio nacional sumida en precariedades y carente de oportunidades tanto a nivel rural como urbano, lo cual incide en la migración de su población hacia los centros metropolitanos localizados principalmente en el corredor Duarte, el cual se extiende desde la Capital de la nación hasta la provincia de Santiago; y deshabitando las comunidades más alejadas a este centro atractor.

Este escenario amerita la transformación de la estructura de planificación, inversión y distribución de las riquezas por la geografía nacional, con la finalidad de liberar los territorios más ocupados de la presión y utilizando de acuerdo a su vocación, el resto del territorio nacional que se encuentra subutilizado o mal utilizado, generando oportunidades para sus habitantes.

El momento es oportuno para impulsar la propuesta de Ley de Ordenamiento Territorial y Uso de Suelo que se encuentra en la actualidad en el seno del Congreso, la cual establece el marco regulatorio para el ordenamiento territorial y el uso del suelo, considerando los desequilibrios y desigualdades territoriales, identificando medidas para la adaptación al cambio climático y gestionando con efectividad el riesgo, todo esto con el fin de conducir un proceso de desarrollo equilibrado que genere oportunidades para la población, garantizando la competitividad económica de cada territorio y al mismo tiempo mejorando la calidad de vida de sus habitantes, sin importar el lugar en el que haya nacido.

En tal sentido el Estado dominicano es el responsable de impulsar un proceso transparente y participativo que conduzca hacia la aprobación de este instrumento legal, de manera que la presente generación pueda contar con un marco legal que impulse la transformación que necesita la República Dominicana, sustentado en la base del interés general por encima del interés particular o sectorial.

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