Oportuno y certero

Oportuno y certero

Los tratados de libre comercio están fundamentados en un criterio que en la práctica ha devenido en gran falsedad. Se supone que cada compromisario de un tratado debe recibir el trato de “nación más favorecida”. El Presidente Danilo Medina, en la parte de su discurso ante la Asamblea General de la ONU, plantea de manera oportuna y certera esta desigualdad. La nación más grande subsidia a sus productores, pero prohíbe que las pequeñas hagan lo mismo, y esto pone los mercados al servicio del poderoso.
Su alocución también pone en evidencia la hipocresía de la lucha contra los denominados paraísos fiscales, el blanqueo de capitales, y destaca los riesgos que los flujos financieros representan para la economía global. Nunca como ahora han sido tan avasalladoras las desigualdades en las relaciones de intercambio entre los países grandes y los pequeños, desigualdades que a su vez alimentan las brechas sociales en las economías más débiles.
El Presidente Medina, que ha ordenado un estudio de los efectos del DR-Cafta en la agropecuaria dominicana, resumió en un discurso relativamente breve la necesidad de equilibrar mejor las relaciones de intercambio y de poner la economía global al servicio de la causa contra la pobreza por medio del comercio justo. Una utopía, a juzgar por las tendencias que rigen el comercio.

Consigna para el pacto social

Estado, empleadores y trabajadores han estado por mucho tiempo sumidos en grandes contradicciones en torno a temas medulares como el salario, el código laboral y la calidad de la asistencia a través de la seguridad social. Y la clave para avanzar en un diálogo tripartito parece radicar en la propuesta de Campos de Moya, presidente de la AIRD, para que cada sector se integre a las negociaciones bajo el criterio de que el resultado debe ser ganancias para todos.
Un diálogo enfocado en el objetivo de preservar los intereses de cada uno tienen las mayores posibilidades de generar un acuerdo satisfactorio en el que el resultado sería ganar-ganar. La fórmula para una avenencia funciona cuando cada parte flexibiliza lo suficientemente su posición y se enfoca en la comunidad de los intereses de cada una de las partes.

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