BRASILIA.  AP.  Los tiempos son poco auspiciosos para la oposición política en Brasil.  Encima de la dificultad que implica enfrentar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y sus niveles históricos de popularidad, el candidato opositor José Serra ha visto su respaldo caer en las encuestas y la elección de un candidato a vicepresidente irritó a su principal partido aliado, el conservador Demócratas (DEM), que amenazó con abandonar la alianza. 

Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), encabezaba cómodamente las encuestas de opinión hasta dos meses atrás, cuando la aspirante oficialista Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) igualó sus números de apoyo en varias encuestas.  Una consulta divulgada la semana pasada le dio a Rousseff una clara ventaja de cinco puntos sobre Serra, sustentada en niveles históricos de apoyo a Lula, quien llegó a 85% de apoyo en la consulta de la empresa Ibope, realizada del 19 al 21 de junio entre 2,002 adultos y con un margen de error de 2 puntos.