CARACAS (AFP).- La oposición venezolana entregó este viernes más de 3,4 millones de firmas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), que asegura haber recabado para impulsar un referendo revocatorio contra el presidente Hugo Chávez.

Los opositores, aglutinados la Coordinadora Democrática (CD, partidos y organizaciones antichavistas) entregaron en horas de la mañana 250 cajas que contienen 3.467.050 firmas numeradas para convocar la consulta.

«Venimos acá para exigir lo que significa el respeto a lo que ha sido la voluntad de millones de venezolanos», dijo a periodistas el diputado opositor Julio Borges, tras entregar las firmas a la entidad electoral.

«Con este acto, el mensaje de los venezolanos es muy claro: Venezuela lo que quiere es paz, futuro y un país donde haya oportunidades para todos. Y en este momento la palabra clave para lograr eso es precisamente respeto», apuntó Borges, del emergente partido de derecha Primero Justicia.

Bajo resguardo de las fuerzas armadas, las cajas fueron depositadas por un contingente de voluntarios en la sala de sesiones del CNE. Antes del ingreso de las cajas al CNE, los voluntarios entonaron el himno nacional de Venezuela.

Cuando los voluntarios portando las cajas ingresaban uno a uno, bajo la vigilancia de efectivos del ejército y la militarizada Guardia Nacional, el vicepresidente del CNE, Ezequiel Zamora, declaró que en la misma jornada la directiva de cinco miembros del organismo efectuaría una sesión para definir los detalles de la verificación de las firmas.

Las firmas fueron llevadas en dos autobuses desde la base de la organización electoral opositora Súmate, en el residencial sector este de Caracas, hasta la sede del CNE, en el centro caraqueño.

El opositor Andrés Velásquez, del partido Causa Radical, destacó que en las rúbricas «está la voluntad mayoritaria del país. La verdad no podrá ser borrada por la calumnia o el cinismo del régimen. Todo el país vio donde está la mayoría».

La oposición también recabó firmas para impulsar revocatorios contra 27 diputados chavistas, que serán entregadas al CNE el próximo martes.

En contraparte, el oficialismo completó el jueves la entrega de firmas al CNE para impulsar revocatorios contra 37 diputados opositores.

«Entregamos en total 3.731.398 firmas, que les recogimos a los 37 diputados a los cuales les estamos solicitando en el Consejo Nacional Electoral para que se activen los referendos revocatorios», precisó el diputado oficialista Darío Vivas.

El oficialismo recogió las rúbricas del 21 al 24 de noviembre mientras que la oposición recabó las suyas del 27 al 1 de diciembre.

El presidente Hugo Chávez denunció un «megafraude» en las recolección de firmas opositoras, que afectaría el 30% de las recabadas. Sus partidarios recogen desde el jueves en plazas públicas de todas las ciudades venezolanas denuncias sobre estas presuntas irregularidades.

«Lo que se está realizando en todas las plazas Bolívar del país es participación. Nosotros tenemos la impresión de que ha habido un gran fraude pero no basta con denunciar el fraude, hay que probarlo», dijo el vicepresidente José Vicente Rangel.

Los partidarios del gobierno instalaron 830 centros en las plazas Bolívar (por Simón Bolívar, héroe independentista) de cada ciudad para recabar las denuncias a través de un formulario de 40 preguntas.

En contraparte, otros de los líderes opositores, Antonio Ledezma, dijo que desde este viernes se iniciaba una «operación láser» de defensa de las firmas contra Chávez.

Para impulsar un referendo revocatorio contra el presidente Chávez se requiere al menos 2,4 millones de firmas equivalentes al 20% del padrón nacional electoral de poco más de 12 millones de electores, y contra los diputados el equivalente al 20% de sus respectivas circunscripciones.

El CNE debe verificar las firmas en los próximos 30 días y si falla a favor de los referendos estos deben efectuarse en un plazo de hasta 97 días después de su decisión.

Entre junio y julio venideros también tendrán lugar en Venezuela elecciones regionales de gobernadores, alcaldes y ediles, lo que convertirá al 2004 en un año electoral en Venezuela, que pondría en juego todo el poder del país petrolero suramericano.