CARACAS (AP).- Por cuarto día consecutivo, los opositores bloqueaban el lunes varias calles de Caracas, registrándose controles militares en algunos puntos, mientras se espera la decisión electoral sobre las firmas con el pedido de un referendo para revocar el mandato del presidente Hugo Chávez.

«Lo que hemos visto del viernes hacia acá es la caída de la careta de quienes no creen en la democracia, porque su única razón es llegar al poder por la violencia», afirmó el ministro de Información, Jesse Chacón.

Chacón advirtió que las fuerzas armadas no permitirán nuevos focos de violencia, pero descartó que el gobierno vaya a restringir las garantías constitucionales para controlar el orden público.

«Hasta los actuales momentos, simplemente con las acciones que se están tomando, el control poco a poco va a ir llegando», sostuvo.

Las protestas opositoras comenzaron el viernes, en medio de la Cumbre del G-15, que reunió a mandatarios de Latinoamérica, Asia y Africa.

Desde entonces, ha muerto a lo menos una persona y 98 han resultado heridas –10 de ellas por las balas– en los fuertes choques de la oposición y las fuerzas de seguridad.

En el barrio de Altamira, donde el domingo resultaran heridas ocho personas por la balas y unas 100 afectadas por los gases, según la alcaldía capitalina de Chacao, se reanudaron el lunes los choques entre opositores y agentes de la Guardia Nacional.

En el lugar las fuerzas de seguridad dispararon balas de goma y granadas de gases lacrimógenos y los manifestantes respondieron lanzando bombas molotov, petardos de gran potencia y piedras. También levantaron barricadas y quemaron neumáticos.

«Nosotros estamos dispuestos a mantener la protesta hasta que el CNE (Consejo Nacional Electoral) rectifique su decisión de someter a reparo las firmas», dijo Wilman Villegas, de 33 años, que se definió como activista opositor. «Estamos en desobediencia civil y así seguiremos», agregó.

Mientras Eduardo Alegrett, con una bomba molotov en la mano, acusó al gobierno de usar la fuerza «para dar a entender su posición autoritaria».

El general Julio Quintero, jefe del comando unificado de las fuerzas armadas, indicó a la prensa en las inmediaciones de Altamira que la «orden de nosotros es impedir el desorden publico… y garantizar la seguridad de los vecinos

Bloqueos de vías con quema de neumáticos se registran en varias zonas de la capital, entre ellas las prósperas barriadas de Prado del Este, El Hatillo y Terrazas del Avila, al suroeste de Caracas.

En la población de Los Teques, a 20 kilómetros al suroeste de Caracas, el alcalde Juan Fernández reportó a la AP un herido con dos impactos de bala, 20 lesionados por objetos contundentes, 45 asfixiados por los gases y nueve detenidos.

La consultora jurídica de la Coordinadora Democrática (CD), Delsa Solórzano, afirmó que en Caracas hay 44 activistas opositores detenidos y dos en el estado de Zulia.

Las 39 personas que habían sido retenidas en Barquisimeto, entre ellos el dirigente del partido opositor Causa R, Alfredo Ramos, ya fueron liberadas.

El vocero de la CD, Jesús Torrealba, afirmó que las protestas no se detendrán.

«Estamos haciendo un llamado a la sociedad venezolana democrática a tomar medidas que garanticen la continuidad de la protesta. Queremos acciones contundentes contra el gobierno», dijo a AP Torrealba.

Chávez ha calificado a los opositores como «grupos subversivos y terroristas», que son financiados por el gobierno de Estados Unidos.

En un duro discurso el domingo, el mandatario advirtió que suspendería el suministro de petróleo desde Venezuela hacia Estados Unidos si el presidente George W. Bush toma algún tipo de medida radical, como un bloqueo o una invasión.

El clima de tensión se ha incrementado estos días debido a la decisión del CNE de objetar 148.000 planillas con firmas que buscan un referendo para acortar el mandato de Chávez, ya que eso puso en suspenso la realización de la consulta.