Opositores sirios denuncian el uso de gases prohibidos para sofocar protestas

Opositores sirios denuncian el uso de gases prohibidos para sofocar protestas

El Cairo, (EFE).- Varios opositores sirios denunciaron hoy el uso de «gases prohibidos internacionalmente y de bombas de clavos» por parte del régimen de Bachar Al Asad dentro de la campaña de represión lanzada a comienzos de este mes para sofocar las protestas.

Bajo el título de «Un ramadán sangriento, hasta cuándo el silencio árabe e internacional», opositores sirios refugiados en Canadá y París ofrecieron una rueda de prensa en El Cairo en la que condenaron las «masacres» que han cometido los cuerpos de seguridad sirios desde el comienzo del mes de ayuno musulmán el 1 de agosto.

 «Lo nuevo en las masacres es el uso de gases prohibidos internacionalmente y de bombas de clavos para causar un número mayor de heridos», afirmó Fahd al Masri, un portavoz de la comunidad siria en Egipto.

Al Masri explicó que cada día del ramadán después del «iftar» (ruptura del ayuno) es como un viernes (cuando las protestas cobran más fuerza en el país), porque la gente va a la mezquita para rezar y manifestarse después.

Sin embargo, este activista denunció que el régimen ha cerrado varias mezquitas y que incluso ha lanzado ataques contra los fieles dentro de los templos. Por su parte, el exparlamentario independiente sirio Mohamed Mamun, que pasó cinco años en la cárcel como preso de opinión, aseguró a Efe que «Al Asad y sus agentes se han aprovechado del silencio del mundo para cometer más masacres y hay que poner fin a este silencio».

«Las ciudades de Hama, Deir el Zur, Rif Damasco, Homs y Albu Kamal son objetivo de tanques que no distinguen entre un edificio, una mezquita y una iglesia», denunció Mamun, refugiado en Canadá. Además, afirmó que «es una vergüenza para la comunidad internacional dejar que los tanques maten al pueblo».

Los participantes en la rueda de prensa pidieron a la comunidad internacional que aplique sanciones económicas, comerciales y aéreas a Siria y que congele todas las relaciones con Al Asad para aislarle internacionalmente.

Ayer, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó la represión iniciada a mediados de marzo pasado por el régimen de Al Asad, que acusa a grupos armados y terroristas de estar detrás de las protestas. Por el momento, se calcula que han fallecido al menos 1.629 civiles y 374 efectivos de las fuerzas de seguridad, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. EFE

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