Montevideo, (EFE).- América corre el riesgo de volver a la era anterior al dominio sobre los microbios debido a un uso «irresponsable e indiscriminado» de los antibióticos, que ha generado ya dificultades para enfrentar enfermedades como la tuberculosis, afirmó hoy la directora de la OPS, Mirta Roses.

La titular de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que participó en Uruguay en la conmemoración del Día Mundial de la Salud, reclamó una «acción urgente de toda la sociedad» para evitar retornar a lo que definió como la «era pre antimicrobiana».

Roses afirmó que en algunas zonas de América, que no mencionó, se ha llegado a la «casi incapacidad» de combatir la tuberculosis y otras enfermedades «por la gran resistencia de los microbios y su adaptación».

«Estamos en una lucha por la supervivencia y los microbios empiezan a desarrollar mecanismos cada vez más complejos para resistirse», afirmó. Roses, que no dio cifras sobre el grado de resistencia a los medicamentos ni sobre sus consecuencias, destacó que en centros de salud de América se ve que algunas bacterias «se han vuelto extremadamente inteligentes, resisten a los antibióticos y causan daños muy importante».

De mantenerse esta tendencia, los hospitales «pueden convertirse en focos de infecciones en lugar de centros de curación», agregó.

 El siglo XX fue el del «dominio» de las enfermedades infecciosas por parte de la humanidad, «pero si seguimos con este uso abusivo, indiscriminado e irresponsable» de los antibióticos «vamos a eliminar las armas que tenemos» para enfrentar a los microbios, enfatizó.

La directora de la OPS dijo que se debe «cuidar mucho» los actuales medicamentos porque en los últimos diez años no se ha logrado generar nuevos que los reemplacen.

Roses reclamó una acción «unida y responsable» para «mejorar, regular y limitar» la prescripción farmacéutica, la venta y el uso de los antibióticos porque de lo contrario «nos vamos a quedar sin recursos para defendernos», enfatizó Denunció que «casi la mitad» de los antimicrobianos que se utilizan en el ámbito clínico «es de uso inadecuado».

Los médicos de la región algunas veces «para cubrirse» utilizan «una bomba atómica para matar mosquitos» y recetan a los pacientes «el antibiótico más poderoso sin que sea necesario».

Además, alertó sobre un uso «muchas veces irresponsable» por parte de la población, que se «automedica y utiliza antibióticos en enfermedades que no los requieren».

Entre las personas y los antibióticos debe haber «una relación de fidelidad y evitar el consumismo», afirmó. La directora de la OPS destacó, además, el «enorme crecimiento» del uso de antibióticos en la cadena alimentaria, especialmente en la industria avícola y de carne.

Debido a la producción masiva y el hacinamiento de animales «se ha requerido mucho más» el uso de antibióticos para controlar las infecciones y la mortalidad y esos antibióticos «se incorporan a la cadena alimentaria», advirtió.

Roses reclamó un diálogo «mas próximo» entre médicos y veterinarios, tras recordar que en los últimos 30 años «prácticamente el 80 por ciento de los nuevos agentes provinieron de un salto de la especie animal a la humana».

En el Día Mundial de la Salud «queremos dejar un mensaje de urgencia, un llamado de alerta- hagamos buen uso de lo que tenemos y protejamos las herramienta de que disponemos» en la lucha contra las enfermedades infecciosas, «porque el tema de la resistencia no es algo de futuro ya está con nosotros», afirmó.

 El lema de este año es que «si no hay acción hoy no habrá cura mañana y lo que pretendemos es un futuro de salud para todos», afirmó la directora de la OPS.

Según la Organización Mundial de la Salud (PMS), no existen datos sobre el coste global de la resistencia a los medicamentos, se calcula que sólo en la Unión Europea la cifra alcanza los 1.500 millones de euros (2.115 millones de dólares) y en los Estados Unidos los 20.000 millones de dólares al año.

Tampoco hay cifras sobre el número de personas que mueren anualmente por culpa de la resistencia a los medicamentos, pero se calcula en «centenares de miles al año», según Mario Raviglione, director del departamento de tuberculosis de la OMS. EFE