Optimismo y longevidad: ¿Cómo se conectan?

Optimismo y longevidad: ¿Cómo se conectan?

Solía decirse que los buenos duran poco -un concepto afilado en tiempos tempranos, cuando los niños no llegaban a crecer, y cualquier (fuera bueno o no) súbitamente podía caer por una enfermedad infecciosa. ¿Existe un vínculo entre la personalidad y la salud? En estudios científicos no es fácil probar que las actitudes positivas o negativas afecten la salud. De todas formas, es razonable que el optimismo y una disposición positiva pudiera contribuir a una vida larga.

Y en verdad, hay una serie de pruebas de que las personas bien ajustadas, socialmente estables, y bien integradas, tienen un riesgo más bajo de enfermedad y muerte prematura que los solitarios, los descontentos crónicos y los pesimistas. La mayoría de las investigaciones arrojan que el optimismo está asociado a una vida más larga, aunque ciertamente no la garantiza.

En un estudio que duró 23 años en un pequeño pueblo de Ohio, realizado por investigadores de las universidades de Yale y Miami, personas de más de 50 años que veían el envejecer como una experiencia positiva, vivieron un promedio de 7,5 años más que los que no pensaban así: una brecha importante. (Los investigadores controlaron factores que posiblemente complicaran los datos, raza, género, estado de salud, moral y soledad). Las personas obtuvieron más “kilometraje” por optimismo, en realidad, que por bajar los niveles de colesterol. Y siendo otras cosas que iguales, lograron sacar más ventaja de su deseo de vivir que de otros factores psicológicos.

La personalidad de salud y de vida:

La frustración crónica y la ira pueden conducir a fumar, beber excesivamente, o malos hábitos de alimentación. Una persona optimista puede ser motivado más intensamente para cambiar malos hábitos, o para empezar, no tenerlos.

El optimismo puede conducir a una persona a buscar y seguir consejos médicos, y a vivir de forma que funcione para evitar enfermedades.

 Es posible que el optimismo tenga un impacto positivo en el sistema inmunológico. Hasta ahora, sin embargo, los estudios no han sido concluyentes.

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