Tras recibir de parte de la Junta Central Electoral el certificado que lo acredita como Presidente electo o reelecto en los pasados comicios, el Lic. Danilo Medina Sánchez pronunció un discurso breve, pero lleno de seguridad y esperanza en el porvenir de la nación.
Vimos a un Presidente dispuesto a introducir para su aprobación las reformas institucionales en el plano electoral que garanticen el equilibrio y la equidad de nuestro sistema democrático, por cuanto la oposición, en vez de hacer pronunciamientos temerarios y desafiantes, debía tomarle la palabra al estadista dominicano en forma juiciosa.
Están dadas las condiciones para la aprobación de la ley de Partidos y la reforma electoral, pues ese es el deseo supremo de las llamadas fuerzas vivas del país, incluyendo la poderosa clase empresarial dominicana y las iglesias.
Los tiempos memorables que le esperan al país según el Presidente Danilo Medina porque “hemos recuperado la confianza, hemos sembrado esperanza y trabajo y ha llegado el momento de recoger los frutos de este gran esfuerzo”, son afirmaciones avaladas por una serie de ejecutorias gubernamentales como el proyecto habitacional La Nueva Barquita, para poner un ejemplo.
La inmensa población criolla que votó el pasado 15 de mayo por la reelección de Danilo Medina lo hizo en gran medida por su extraordinaria obra de gobierno, por su humildad y porque confía en que el próximo cuatrienio será de bienestar y prosperidad, sin obviar como es natural las dificultades propias de una nación con debilidades y carencias ancestrales.
El señalado discurso del Presidente Danilo Medina consolida la fe y confianza que le tiene una gran parte del país por su exitosa gestión gubernamental.