Orden de las cosas

Orden de las cosas

Señor director:

El orden natural de las cosas es el orden. Son tan naturales que a veces las pasamos por alto. A veces las damos por sobreentendidas porque existen desde antes de haber nacido y no nos detenemos a contemplar la maravilla de esa perfección que es el orden.

Es natural desear tener a no tener nada. Es natural querer ver y no ser ciegos. Es natural desear lo mejor y no lo peor.

Todo tiende a mejorar; nunca empeorar. Eso es orden. Lo contrario es el caos; el desorden.

Pero para poder entender con mayor amplitud lo que es el orden debemos compararlo con el desorden. Siempre deben haber dos marcos de referencia pues de lo contrario no sería posible asimilar bien las cosas.

Suponga que las personas, cuando salieran a la calle, caminaran antojadizamente sobre la calzada o en el pavimento y los vehículos de igual modo. Todo sería un caos.

)Cuántos muertos habrían por día?

Suponga que al levantarse en la mañana a usted le da por estrangular a su padre; y su madre, en lugar de detenerlo, agarra una tijera y empieza a cortar una tela mientras que su hermano observa todo y pregunta si hay desayuno. Eso es caos. El caos es irracional. El orden es racional.

Si se pone a observar notará que el orden se logra con el trabajo. Yo defino al trabajo como el propósito de la vida. Las aves buscan su alimento. Las hormigas nos enseñan orden en sus filas de trabajo. )Ha visto una hormiga ociosa? Las personas trabajan en busca de un propósito. Deseamos tener una casa, un carro… lograr un título universitario, obtener una meta que se obtiene con trabajo. Eso es parte del orden natural de las cosas.

Son sólo algunos dominicanos que piensan que el gobierno de un determinado partido político existe con el propósito de proveer de un salario a uno de su miembros sin realizar ningún trabajo.

En la mayoría de las personas está arraigado el concepto de orden y por tal razón la gente entiende que para obtener algo hay que trabajar.

El trabajador hace que todo tienda a mejorar. Con trabajo se ha llegado al lugar donde actualmente estamos. Un país pobre, con su gente trabajando, está en el camino correcto para convertirse en un país rico. El mejor ejemplo es usted mismo: por el trabajo suyo o de sus padres, usted ahora tiene más que cuando nació (estoy seguro que por lo menos tiene vestimenta). De manera que si usted ve que nuestra clase política, contrario al orden natural de las cosas, paga sin trabajar, se desvirtúa el propósito de la vida. En otras palabras, se crea un desorden; un caos.

Cuando usted ve que hay gente que saca la basura de una funda para robarse la funda, haciendo más visible la miseria con basura a granel en nuestras calles y las autoridades no hacen nada; eso es desorden; es caos.

Cuando ve que hay personas que se dedican a robar las tapas de los filtrantes de las principales calles, creando peligros inminentes al orden establecido y las autoridades no hacen nada; eso es desorden.

Cuando se cometen robos de los cables telefónicos, del tendido eléctrico y de los que alimentan la energía de los semáforos y las autoridades no hace nada; eso es desorden.

Cuando usted ve que la clase gobernante elegida por el pueblo da mayor importancia a sus necesidades personales que a las soluciones de orden que requiere el país; eso es caos; eso es desorden.

Cuando se cometen actos de corrupción y no se somete a nadie para que cuando llegue otro gobierno me traten igual; eso es caos; eso es desorden.

Cuando nuestros gobernantes dicen que son personas de palabra, y prometen miles de veces una cosa y luego hacen otra, eso es caos; eso es desorden.

Cuando engañan a sus compañeros de partido utilizando los recursos del estado para vencerlos; eso es caos; eso es desorden.

Es natural que en la vida acontezcan fenómenos que trastornen nuestras vidas, como las enfermedades, pero que constituyen una especie de vacuna para hacernos más fuertes y que no vuelvan a repetirse ya que nuestro organismo crea defensas naturales. Las experiencias negativas de la vida son lecciones que nos ayudan a no repetir los mismos errores; jamás una invitación a perpetuar el mal en nuestras vidas. Nadie desea vivir eternamente en el caos. hasta aquellos que nos causan mal desean vivir en armonía; nunca en caos.

Un gobierno que desee disminuir el desempleo procurará crear las condiciones naturales de orden en el sector privado. Si el gobierno desea construir un camino vecinal, al contratar una firma de ingenieros, ésta se encargará de contratar el personal necesario para la obra. Una forma indirecta de crear empleos sin necesidad de colocar asalariados sin ejercer ninguna función productiva.

Por tanto, debe ser un acto natural de la mayoría de la población la elección de un gobernante idóneo, sensato y ordenado; no caótico. Un gobernante que no arrebate el bienestar en el cual todos, por orden natural de las cosas, deseamos vivir.

Atentamente,

Víctor F. Rodríguez

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