Los rótulos con inscripciones como  “no estacione” y “no pasajeros” han pasado a ser letra muerta en nuestras vías públicas. Los conductores no respetan esas disposiciones y se puede decir que hasta se burlan de ellas al estacionar sus vehículos justo al frente de uno de estos letreros. En algún momento se creyó que la construcción de estacionamientos era la solución, pero en  la Ciudad Colonial hay dos de estos parqueos y los conductores continúan estacionando en las calles con tal de no tener que pagar.

Ahora, como parte del proyecto de desarrollo turístico de la Ciudad Colonial, el Gobierno ha anunciado la construcción de otro estacionamiento multinivel, para lo cual ya hay asignación de fondos, aunque no se ha escogido el lugar. Obras de esta categoría deben ser construidas en zonas neurálgicas de la ciudad, en las cuales el estacionamiento en las calles constituye un obstáculo para la circulación. Ese es, por ejemplo, el caso de la  avenida Duarte.

Pero los parqueos multinivel no servirían de mucho si se continúa permitiendo que los conductores violen las disposiciones que prohiben estacionar o tomar y desmontar pasajeros en ciertas vías públicas, así como la permanencia de paradas de autobuses y taxis donde se les antoje a los gremios del transporte. Hay que tomar la ley en las manos y poner orden en el tránsito.

Que la cordura reine en la UASD

Un paro profesoral le haría a la UASD un gran daño, por demás innecesario, cuando no se han agotado todos los recursos del diálogo. La federación que agrupa a los profesores de esa academia ha amenazado con paralizar la docencia para exigir un aumento salarial. La rectoría, en cambio, ha pedido que el reclamo salarial sea pospuesto hasta que la academia logre recapitalizar la Administradora de Riesgos de Salud que ampara a educadores y empleados.

Los profesores deberían acoger la petición y eliminar de sus métodos de demanda la posibilidad de una paralización de la docencia. Por razones conocidas, los estudiantes tuvieron dificultades para inscribirse en el presente semestre y un paro docente agravaría la situación que están enfrentando. El reclamo de alza salarial no perdería legitimidad por el solo hecho de que los profesores actúen con  caballerosidad.